Kotoro: pínchame

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Aunque Pau Artieda hab\u00eda sido copropietario de un restaurante japo en Sant Cugat (Kitsune), solo comprendi\u00f3 la aut\u00e9ntica '<i>izakaya'<\/i>, la taberna, cuando vagabunde\u00f3 tres meses por Jap\u00f3n: \u201cAll\u00ed supe que los restaurantes eran especializados, que cada uno serv\u00eda una cosa, y que la variedad se encontraba en las '<i>izakaya<\/i>s\u201d."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Kotoro, sociedad de Pau y Carlos Serra, responde a esa idea-de-todo-un-poco, aunque haciendo hincapi\u00e9 en las brochetas. Y no cualquier brocheta, sino las que pinchan interiores, menudillos, v\u00edsceras. Me apunto, lo celebro, lo aplaudo. Menos cocina de superficie y m\u00e1s de profundidad."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Al frente de las preparaciones, el chef Roger Edo: apellido muy adecuado, pues Tokio fue conocido antes como Edo. Roger estuvo en el Matsu de Sant Cugat, un buen restaurante que lideraba Shigeru Sekido y que aspir\u00f3 a mucho en un entorno equivocado. Maneja con pericia la robata de Josper, la parrilla japonesa que comienza a verse en algunos restaurantes barceloneses. \u201cPincho, casquer\u00eda y brasa\u201d, enfila Pau."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Poca iluminaci\u00f3n (me repito, pero qu\u00e9 desconsoladora es la ceguera obligada), espacio agradable, cocina interesante."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"El mismo due\u00f1o, que fue dise\u00f1ador gr\u00e1fico, ha tallado la barra: un manitas."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Dos sakes \u2013Pau ampliar\u00e1 seriamente esa parte de la carta\u2013: Kamotsuru Golden y Kamotsuru Namakakoi. Me gust\u00f3 m\u00e1s el segundo, aunque sin criterio suficiente para juzgarlos. Dicen los que saben que el Golden es el que escancian en el legendario, y muy caro y caprichoso, Sukiyabashi Jiro."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Bien las gyozas de cerdo, aunque amortiguadas por la salsa de quesos (el l\u00e1cteo de vaca no es habitual en la isla) y el sashimi flambeado de salm\u00f3n. Estupendos el okomiyaki (ese amontonamiento de cosas que algunos llaman\u2026 pizza), el nigiri de langostino y el uramaki con tartar de at\u00fan picante."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Con plus, la carrillera a baja temperatura y el cerdo ib\u00e9rico a la brasa con (pasta de) trufa. Y desconcertante, el huevo con fuagr\u00e1s: al acabar supe que deber\u00eda de haber mezclado el arroz en la cazuela."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Agrupo los pinchos en esta porci\u00f3n de la cr\u00f3nica: recuerdo dos banquetes toquiotas en torno a ellos. En la barra de Kushinobo, en Roppongi Hills, y en la '<i>izakaya<\/i>\u00a0Gonpachi', cerca de Shibuya. Los de Kotoro fueron un homenaje a lo \u00edntimo. El de huevos de codorniz fue delicado y sorprendente (hay que pedirlo); el de papada, pecaminoso y el de piel de pollo, para repetir y repetir. El de mollejas sali\u00f3 con salsa ponzu, demasiado agresiva. Pau lo volvi\u00f3 a traer con mostaza: mucho mejor (en realidad no necesitaba nada, tan solo el ahumado)."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"El de lengua de vacuno, snif, qued\u00f3 duro: decepci\u00f3n punk. Una oferta singular y arriesgada. Barcelona ventea buenos humos. Tres brasas complementarias: esta, la de Kak Koy y la de Carlota Akaneya."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"Un buen ejemplo \u2013el Kimbo de Sabadell es otro\u2013 de convincente interpretaci\u00f3n de la cocina japonesa sin participaci\u00f3n de la gen\u00e9tica."}}

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{"zeta-legacy-red-text":{"text":"<strong>Atenci\u00f3n a:<\/strong>\u00a0los men\u00fas de bento de mediod\u00eda."}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"<span><strong>Recomendable para:<\/strong>\u00a0los que amen la casquer\u00eda.<\/span>"}}

{"zeta-legacy-red-text":{"text":"<span><strong>Que huyan:<\/strong>\u00a0los de \u201cun japon\u00e9s sin japon\u00e9s no es de fiar\u201d.\u00a0<\/span>"}}