La Mar Bella, el descubrimiento de una sirena

Casi por casualidad, Thaïs Henríquez llegó a la playa de la Mar Bella hace apenas unos meses. Iba en busca de localizaciones para una sesión de fotos con las que ilustrar su web (www.thaishenriquez.com) y no le acababa de convencer ninguna. Ni la de Castelldefels ni la de la Barceloneta le acababan de encajar.

Y entonces apareció la Mar Bella. Y allí, la sirena que formó parte de la selección española de natación sincronizada se quedó encantada. "La calidad de la arena, ese contraste con la ciudad pegadita a ella, el agua transparente, cristalina, la playa larga para dar paseos, los chiringuitos donde comer algo... Estás junto al centro de Barcelona y, sin embargo, en otra dimensión".

Tanto le gusta que no deja de recomendarla a quien le pregunta por algún rincón de Barcelona que le guste más que ningún otro. Y eso que lleva viviendo en la ciudad desde el 2002. Nunca es tarde si el descubrimiento es bueno. "La verdad es que tampoco tenía mucho tiempo porque entrenar a tan alto nivel exige muchas horas y cuando tenía libre me iba a mi tierra, Gran Canaria".

Es uno de los peajes que pagó para ganar una plata y un bronce olímpicos, además de otras 76 medallas internacionales. Ahora tiene un poquito más de tiempo para ella misma porque no para de tener nuevos proyectos. Abandonó la selección pero no la natación sincronizada, y ahora hace exhibiciones; difunde a través de su web un estilo de vida saludable; y tras graduarse en Ciencias de la Actividad física y el Deporte y en Derecho, está sacándose un máster porque quiere especializarse en fiscalidad para asesorar a deportistas. Cuando tenga un respiro, si es que lo tiene, búscala en la Mar Bella.