«Confrontar Catalunya y Barcelona es algo antiguo»

Entrevista con Vicenç Villatoro, nuevo director del CCCB

Vicenç Villatoro, en el patio del CCCB

Vicenç Villatoro, en el patio del CCCB / FERRAN NADEU

ERNEST ALÓS / BARCELONA

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El escritor y periodista Vicenç Villatoro se acaba de incorporar a la dirección del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, designado por el patronato de la institución, solo un año después de su dimisión al frente del Institut Ramon Llull.

-Hace años se bromeaba con que el CCCB era la única institución catalana con tres C sin que ninguna de ellas fuera por Catalunya...

-Llegaron a ser cinco. Centre de Cultura Contemporània Casa de la Caritat.

-El chiste reflejaba un recelo...

-Esas críticas pertenecían a una situación superada. A una especie de guerra fría en la que por coyuntura política unos se apropiaron más de la idea de ciudad y otros más de la idea de nación. Sucedió en una época en que parecía que la respuesta al debate sobre la globalización era que la universalidad supondría la disolución de lo local. Todo esto es hoy antiguo. En estos momentos la idea de confrontar Barcelona y Catalunya, ciudad y nación, no funciona, Barcelona es una ciudad importantísima porque tiene un país detrás y el país existe y tiene una proyección exterior porque tiene a Barcelona delante. Había una época en que veías una exposición sobre el modernismo en Barcelona y sabías que sería del ayuntamiento y, por lo tanto, socialista. Y una exposición sobre el modernismo en Catalunya sería convergente y de la Generalitat.

-Ahora que CiU gobierna en ayuntamiento y Generalitat...

-No, yo creo que es al revés, gobierna uno en los dos sitios, y podría gobernar otro en los dos sitios, y de hecho ya lo hizo, porque esto se superó. Ahora estaríamos todos más de acuerdo que hace 20 años en que la manera de llegar a lo universal es la existencia de la diversidad. Yo no pondré otra C. El objetivo del CCCB no es explicar el presente en Barcelona ni en Catalunya, sino explicar el presente en el mundo. Pero hacerlo desde un lugar. Y este lugar es el Raval, Barcelona y Catalunya.

-Con la salida de Ramoneda, personalidades internacionales que colaboraron con la institución expresaron serios recelos.

-No creo que nadie deba tener inquietudes por esto. El CCCB continuará trayendo desde fuera y acogiendo desde dentro cosas muy diversas. Lo que le pides a una persona que viene a hablarte es que te ilumine. Cuando voy a conferencias del CCCB normalmente me apunto más cosas que discutiría, pero en las que no habría pensado si no las hubiese escuchado. No ha de haber ninguna inquietud de cierre o exclusión. Este no es un centro para hablar de lo mismo que hablan los diarios. Los debates sobre el proceso, los cambios en la gobernanza de las ciudades, pueden ser debates de los diarios. Y conectan con los debates de fondo que sí son del CCCB: el estado nación, la crisis de la política, la crisis de la representatividad.

-¿El desfile por el CCCB de personalidades relevantes ha de estar ligado a estos debates, o han de estar presentes por ser quiénes son?

-La voluntad es que la actividad esté ligada a varios ejes de debate sobre la contemporaneidad que son muy amplios y que deberían dar cobertura desde las exposiciones hasta las conferencias y los festivales: lo local/universal, ciudad/territorio, cultura humanística/cultura científica y Mediterráneo/Europa.

-¿La línea de exposiciones sobre escritores y ciudades se mantiene?-El peso de lo literario se mantendrá con Kosmópolis y con exposiciones sobre escritores.

-¿La visita anual del World Press Photo?

-Sí, es una magnífica tarjeta de presentación. Todo el mundo de la imagen es fundacional en el centro. No está en crisis aunque no sea el núcleo duro de la propia actividad.

-El CCCB ha acogido exposiciones sobre fotógrafos históricos similares a las del MNAC, Virreina, Pedrera. Y a la vez, un Todorov podría dar una conferencia aquí, en la Pedrera, la Casa Macaya... hasta en el Born.

-Hombre, si hace la misma conferencia... El problema no son los nombres, sino si hay algún elemento diferencial. Una reorganización del mapa sería razonable. El Born puede tener un papel complementario al del CCCB, lo que no puede hacer es duplicar el CCCB. Creo que el carácter patrimonial del Born lo lleva más hacia una reflexión sobre el pasado inmediato, más historiografico. Y el CCCB es el sensor del presente. Tenemos que crear un sistema un poco más orgánico. Tenemos el Macba, la Virreina, la Filmoteca, Santa Mònica, las fundaciones Miró y Tàpies... Nos convendría ponernos a trabajar todos juntos y definir el mapa de las expresiones de la cultura contemporánea. Hay una redistribución pendiente.

-Este año se tuvo que prorrogar la exposicion Big bang data. En principio, parecía un tema duro.

-Cuando ves la exposición te das cuenta de que es normalísimo que la haya visto tanta gente. Es muy interesante para explicar la función del CCCB; es una exposición aparentemente de cultura científico-tecnológica pero que remite a temas políticos, morales y en el fondo acaba reclamando una mirada humanística.

-¿Se prevén cambios en el equipo?

-El equipo de programación se mantiene al 100%. Aquí hay un gran activo: una gran máquina y un gran equipo. Esta casa puede estar orgullosa de lo que ha hecho y tiene una perspectiva de futuro muy buena. La gente es muy buena, no deja de hacerse preguntas, te puedes entender con ella y hereda uno de los grandes activos de Ramoneda, una gran agenda internacional.