Viaje a Kabul con Nadia

Nadia Ghulam nació en Kabul hace 28 años. Cuando tenía 8 años, durante la guerra civil posterior a la retirada soviética, sufrió graves heridas a causa de un bombardeo. La perseverancia de su madre salvó su vida; un cuerpo quemado y perforado por la metralla. Instaurado el régimen de los talibanes y con graves secuelas físicas, tuvo que hacerse pasar por un chico -a las mujeres no les estaba permitido trabajar- para mantener a su familia. Esta representación por la supervivencia duró casi una década. En el 2006, gracias a una oenegé, Nadia Ghulam viajó a Barcelona para someterse a la cirugía estética y recuperó su identidad femenina. El festival Grec rescata ahora su historia en boca de la propia protagonista en Nadia, un documental escénico de la compañía La Conquesta del Pol Sud, que dirige Carles Fernández Giua. El propio Fernández Giua (en el papel de un entrevistador) y Eugenio Szwarcer (cámara), que firma la escenografía y el vídeo, acompañan a la joven afgana en su debut en las tablas. Se estrena mañana (hasta el domingo) en el CCCB.

«He vivido una vida larga y llena de guerra y la quiero explicar yo misma. No quiero manipulaciones ni malentendidos. Es mi versión y no hay otra. No soy actriz pero he sobrevivido a una guerra; el teatro sobrevivirá a mi interpretación», bromea Nadia Ghulam en catalán. La joven desvela que hasta los 16 años no aprendió a leer y escribir. «No me resulta fácil hacer un texto literario. Pero nunca dejo de ser yo», declara Ghulam, que en la actualidad estudia cooperación social y ya ha escrito El secret del meu turbant, un libro de cuentos e inspiró el documental televisivo Back to Nadia. «Me han pasado muchas cosas... Tantas que, aunque tengo 28 años, sé tanto como si tuviera 80».

ENTREVISTA / Para la creación del espectáculo, planteado como una entrevista que combina imagen, palabra y movimiento, la compañía viajó con Nadia Ghulam a Afganistán. Hicieron filmaciones y entrevistas para «hacer llegar la experiencia de Nadia de la manera más concreta posible. Aparecen imágenes reales y explicamos nuestra vivencia como occidentales; reflexiones sobre las diferencias culturales», cuenta el director, que asegura haber descubierto una nueva forma de hacer teatro: «Consiste en conocer personas, hablar y convertirlo en escenas teatrales. Hemos grabado situaciones muy potentes». Nadia, agrega Fernández Giua, «quiere transmitir una mirada de esperanza. Porque como dice un proverbio afgano: 'Después de una noche, hay un día'».