LOS ESTRENOS DE CINE DE LA SEMANA

El trasero como gancho

El cine de Hollywood sigue siendo conservador y mojigato cuando produce películas supuestamente de alto voltaje erótico

BAD TEACHER (2013)

BAD TEACHER (2013)

NANDO SALVÀ

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En Sex tape: algo pasa en la nube, Cameron Diaz enseña el trasero. El dato, ojo, no es un spoiler: lleva meses siendo usado como gancho promocional, lo que demuestra no solo la buena reputación de la que a sus 42 años gozan las posaderas de la actriz, sino también la actitud que aún, a estas alturas, tenemos respecto del sexo, o al menos la que Hollywood piensa que tenemos.

Desde hoy en los cines, la película está protagonizada por Annie (Diaz) y Jay (Jason Segel), casados, con dos hijos, y tan ocupados que apenas tienen energía para el coito. Para poner remedio a ese problema, deciden grabar un porno casero. Vale. El problema es que el sexo es retratado como algo raro y poco favorecedor, y toda forma de actividad sexual que se salga del espectro habitual de la comedia romántica es vista como señal de desesperación. De hecho, la película concluye que la gente solo graba esos vídeos para tapar los problemas de su relación, y que grabarlos es, en pocas palabras, algo malo. Todo eso envuelto de sentimentalistas loas a la familia nuclear. ¿Es eso lo que el público espera de una comedia sobre gente que rueda porno?

Así lo creyó Kevin Smith cuando rodó ¿Hacemos una porno? En ella, dos amigos sin blanca deciden rodar una cinta para adultos para poder pagar las facturas. Cuando están en plena faena, sorpresa, descubren que se aman. Y, pese a tantas sacudidas y tanto fluido, el objetivo de la película es la felicidad y las perdices. Es decir, el de todas las comedias románticas, incluso de las que alardean de progresismo sexual.

Solo amantes

En los últimos años hemos asistido a diversos ejemplos de estas últimas; títulos como Amor y otras drogasSin compromiso, Paso de ti y Con derecho a roce, que tratan de nadar y guardar la ropa.  Están protagonizadas por amantes que aseguran querer solo sexo, sin ataduras emocionales, aunque todos sabemos que en el mundo de las comedias románticas de Hollywood eso no es posible. Incluyen mucho sexo y hablan mucho de sexo, como si con ello fueran a convencernos de lo libidinosas que son, pero se muestran más bien pacatas cuando se trata de enseñar carne -resulta casi embarazoso contemplar a Mila Kunis en Con derecho a roce, atrincherada bajo las sábanas-. Es decir, son tan conservadoras como la comedia romántica ha sido siempre.

Y algo parecido puede decirse de otras dos películas más recientes construidas sobre la imagen desinhibida que Cameron Diaz proyecta. Por un lado Algo pasa en Las Vegas, que recurría a escenas de paseos al atardecer cuando lo que la lógica pedía eran borracheras de tequila y bailes con estriptís. Por otro, Bad teacher, en la que la actriz se moja completamente mientras lava un coche apenas vestida, o toquetea los enormes pechos operados de otra mujer, pero en el fondo solo busca alguien que la quiera.

En Sex tape, decíamos, se le ve el culo. ¿Es eso un progreso?