Torrent, Frontera y ...

XAVIER BRU DE SALA

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No es conjunción astral sino elección de dos autores muy consolidados y acreditados: Ferran Torrent Guillem Frontera acaban de publicar dos novelas sobre la corrupción política y el cinismo periodístico en Valencia y Mallorca. Torrent, en un espléndido retrato social, describe el tapiz de las grandes operaciones de drenaje del erario público urdidas por el poder político-económico. Frontera, instalado en la postcorrupción, habla de poco dinero y de mucha inestabilidad psíquica en la cúpula de las instituciones.

Los respectivos detectives son periodistas medio outsiders pero bien situados, ambos en la típica situación de naufragio sentimental, aún menos héroe el mallorquín que el valenciano. Dos novelas descarnadas, sin concesiones. Para escribirlas, los autores parten de un conocimiento preciso, es decir no imaginario, de la realidad. Sicília sense morts es el título de la no menos espléndida novela de Frontera. A Un dinar, un dia qualsevol, de Ferran Torrent figura el siguiente diálogo: «—Todavía no somos Sicilia. -Dales tiempo».

Me extendería en los elogios sino tuviera una pregunta para trasladar al lector: ¿dónde están los Frontera y los Torrent de Catalunya? Cada cual a su manera, Baltasar Porcel Eduardo Mendoza se erigieron en precursores y escribieron páginas memorables sobre nuestras tinieblas. Pero eso fue antes, mucho antes, de la angustia desolada de tantos catalanes ante la podredumbre. ¿Y después? No debe negarse el mérito a ningún intento, pero me refiero ahora a nuestros novelistas de referencia. ¿No les interesa el tema? ¡De ningún modo! Tal vez aún no se han visto con entrañas de afrontar como es debido la singularidad catalana, que no se halla en el diferencial de porcentajes o en el número de operaciones sino en la distancia entre la moral pública predicada y la practicada.

Frontera, Torrent... y quien ose empuñar el bisturí para diseccionar el corazón, o los dos corazones, del catalanismo. Tan blanco por fuera...