Telones de agosto

'PER SOBRE DE TOTES LES COSES'.  Un elenco joven triunfa en el Gaudí .

'PER SOBRE DE TOTES LES COSES'. Un elenco joven triunfa en el Gaudí .

IMMA FERNÁNDEZ
BARCELONA

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Tras el chaparrón en julio del festival Grec, llega la sequía a la cartelera teatral barcelonesa. Por suerte ahí están Ever Blanchet -al mando de los teatros Versus y Gaudí- y Josep Salvatella -del Teatreneu- al rescate de los urbanitas de agosto, cada vez más numerosos. Los dos gestores llevan lustros sin bajar la persiana; un oasis en el desértico panorama escénico al que este verano se han sumado los alegres chicos de The Chanclettes -en El Molino- y el Círcol Maldà, que reabrió el día 20.

«Yo fui el pionero en no cerrar en agosto, hace unos 14 años, y luego me siguió Blanchet. Hay muchas personas que se quedan en Barcelona y quieren ir a ver espectáculos, y nos resulta más sostenible mantener un mínimo de personal, y que se alternen las vacaciones», explica Salvatella, que define la taquilla de agosto como «la de un buen mes de temporada baja». No es para tirar cohetes, pero ha aumentado respecto al pasado año y anteriores. El paisaje de la ciudad ya no es el páramo de antaño -«hace años la foto en los periódicos era la de la Diagonal vacía, sin coche alguno», recuerda el director del Teatreneu-, pero aun así la escena sigue dándole la espalda al sediento público.

EL MOLINO

The Chanclettes y su  'turmix-playback'

Las aspas del Molino giran estos días  al ritmo del «turmix-playback» de The Chanclettes, que celebran 20 años con un nuevo espectáculo, #DPutuCool. «Estamos triunfando, llenamos y vienen incluso guiris que nos dicen que flipan, que nunca habían visto algo igual. Es un cabaret muy cosmopolita con sello catalán. Salen todos encantados». Lo cuenta un entusiasmado Josep Maria Portavella, director y actor de una compañía que regresa, entre canciones y coreografías, tirando hilarantes dardos a los políticos. Encima el mal tiempo les acompaña -«está haciendo un verano de mierda, así que vengan a vernos». El éxito les ha llevado a prorrogar hasta el 27 de septiembre un show que incluye un número burlesco independentista y un sketch muy divertido con la familia real, y los Urdangarin, reconvertidos en Las Meninas. «Y salen también los Pujol. Es muy actual», apunta Portavella. Informa también que los personajes más infectos aparecen en los wáteres de la sala. Para que el personal haga lo que tenga que hacer sobre ellos.

TEATRENEU

Planeta Impro, 10 años de improvisaciones

Son las estrellas del Teatreneu, con un público joven y fiel que les sigue desde que hace ya una década se pusieron en órbita en la sala de Gràcia con el arte de la improvisación. Desde entonces, la compañía Planeta Impro no ha parado. «Trabajamos todo el año, somos 14 actores como elenco estable y nos vamos turnando las vacaciones. Este agosto tuvimos dos fines de semana buenísimos, aunque bajó el que coincidió con las fiestas», cuenta José Adserias, director y actor de un colectivo cuyo rostro más visible ha sido Alba Florejachs (Losers).

Durante esta década non stop, el grupo ha atrapado a un sector joven que participa activamente en el show: los actores improvisan siguiendo las indicaciones que ellos escriben en papeles al entrar en la sala (un ejemplo: un personaje tuvo que morir de un ataque de piojos). El público no está para tonterías y les complica el curro sin tregua. «Vienen de casa con las consignas preparadas. Con los años, hemos ido subiendo el listón, puliendo la técnica de la improvisación y entrenando mucho todas las herramientas. Lo bueno es que cada día el show es diferente, se crea desde cero con los asistentes y estos repiten», agrega Adserias. La complicidad es tal que algún espectador ha aprovechado para declararse a su pareja con la platea de testigo. Tienen dos propuestas en el Teatreneu: Impro show e Impro-Fighters. Pero la oferta de la sala no se acaba con ellos. Hay magos, humoristas y comedias como Soltero a los 30 y Agencia Matrimonial 7 d'Amor, que, celebra Salvatella, «está siendo un boom».

CÍRCOL MALDÀ

Els Pirates dejan la nave a una debutante

Adrià Aubert, al timón de la compañía Els Pirates Teatre, que en diciembre del 2013 se puso al mando del Círcol Maldà, ha optado por reabrir la sala el pasado miércoles para intentar echarle el anzuelo, con la mínima competencia, a los ciudadanos de agosto. Ha estrenado Viure sota vidre (del austriaco Ewald Palmetshofer), el debut de la compañía LaCosa y de Sarah Bernardy como directora. Nacida en Colonia (Alemania) hace 29 años, Bernardy se enamoró de Barcelona haciendo un Erasmus y decidió echar el ancla pese a la tormentosa crisis.  Escenógrafa y figurinista, debuta en la dirección con una obra que atrapó al público alemán. «Tuvo mucho éxito en el Teatro Nacional de Bochum. Es una tragicomedia sobre la incomunicación, la incapacidad de las personas para expresarse, que es lo que está sucediendo en esta sociedad». A Bernardy le atrapó además el particular lenguaje del texto, «con frases que siempre se cortan y silencios que dicen mucho». La ficción reúne a tres amigos de la universidad en un hotel de montaña dos años después de haberse separado. «El reencuentro dinamita los resentimientos y conflictos no resueltos», avanza.

VERSUS TEATRE

La paternidad gay y los cómicos del bardo

El Versus Teatre se ha puesto serio este verano tan poco apacible. «Las cosas que faltan es un preludio del teatro con reflexión social que abordaremos en invierno», adelanta Ever Blanchet, el director de la sala. Es la propuesta de José Pascual Abellán, que triunfó con Locas (de la que se prepara una versión en catalán) en agosto del 2011 y ha vuelto mirándose en el espejo. «Quería tratar las dificultades para la paternidad de las parejas gay o de las personas solas. Una solución sería legalizar la gestación subrogada, como en EEUU», comenta el autor y director albaceteño, que se identifica con el personaje de Martín -«son mis sentimientos llevados al extremo». En la trama, él y Jaime ansían ser padres pero las leyes les dan la espalda. Martín optará por pactar con una chica que sea madre de alquiler. Cuando nazca la criatura, le pagan y adiós muy buenas. Pero el guion de la soñada felicidad se tuerce, ella reclama al hijo que parió y se dispara el conflicto: ¿de quién es el bebé? «Todos tienen sus razones, es un tema muy controvertido y actual, que reclama soluciones», sostiene el autor, que seguirá en septiembre con una obra con el nombre de la sala: Versus. «Trata sobre la libertad a partir de la relación de dos hermanas que se ven en la prisión donde una espera condena».

En un horario anterior a Las cosas que faltan, el Versus programa, para todos los públicos, Els còmics d'una nit d'estiu, una «comedia con canciones» de Ivan Campillo a partir de El sueño de una noche de verano de Shakespeare.

TEATRE GAUDÍ BARCELONA

El éxito de un musical con un joven elenco

El cartel de localidades agotadas cuelga sonriente casi cada noche del Teatre Gaudí Barcelona, donde  triunfa el joven elenco del musical Per sobre de totes les coses, que dirige Daniel Anglès. Pese al lleno, no harán el agosto, que son muchos para repartir el botín. Nada menos que ¡20 intérpretes y 5 músicos! No salen las cuentas, confirma Anglès, pero ahí está todo un ejército de nuevos talentos del género musical presentando sus mejores armas en una historia centrada en el amor homosexual entre dos adolescentes en un colegio religioso. Cantan, bailan y se llevan los aplausos de un público encantado de poderse agarrar a algún telón en agosto, y disfrutarlo. «Con la crisis cada vez hay más gente que se queda, y ya ve, la sala llena. Lo de cerrar en agosto es una tradición, y algunos que abrieron otros años no funcionaron», cuenta el actor Pep Cruz tras ver una función que revela «una cantera de collons». A su lado, una espectadora replica: «Yo no he entendido nunca por qué todos cierran en agosto. Si somos muchos los que nos quedamos y no sabemos qué hacer». «Los obreros que trabajan en las obras de las calles, ¡que son tantas!, también tienen derecho a distraerse», remacha.