El teatro esquiva la crisis

Si hace una semana el Lliure anunció la supresión de tres obras de su programa por otro tijeretazo, la patronal teatral catalana comunicó ayer las mejores cifras de la historia en Barcelona. El teatro se mueve entre dos aguas. Por un lado, las apreturas que llegan desde las instituciones; y por otro, el respaldo popular a la oferta más cercana al entretenimiento. Daniel Martínez, presidente de la Associació d'Empreses de Teatres a Catalunya (Adetca), detalló ayer ese apoyo en la presentación del balance del 2011. Lo hizo con la satisfacción de una serie de récords pero también con el temor por la crítica situación fuera de Barcelona.

Más de 2,8 millones de espectadores se han citado en los 57 escenarios de la ciudad en el 2011. Ese aumento de un 8% respecto al año anterior ha supuesto una recaudación de 65,7 millones, un 5% más que en el 2010. La subida en el porcentaje de ocupación de las salas ha sido mínima, de un 53,83% a un 54,18%.

Las cifras de Adetca ejercieron de contrapeso del desánimo que irradió en el mundillo teatral barcelonés la medida del Lliure, fruto de una crisis inmisericorde. La apuesta por los grandes musicales explica ese aumento respecto al 2010. El género, con el gran público en el punto de mira, se ha convertido en el músculo más poderoso del teatro en Bacelona. No en vano esta temporada se ha abierto en su primer cuatrimestre con producciones tan relevantes comoLos miserables, Cop de rock, Grease, Forever young yChicago.

Ocho de los 10 espectáculos más vistos en el 2011 son musicales. El año pasado,Hoy no me puedo levantararrasó con casi 186.000 espectadores yPel davant i pel darrera(70.500) le siguió de lejos. En el 2011,Los miserables (103.322),40 El Musical (67.614), Cop de rock (66.645),Pel davant i pel darrera(65.190) y Grease (61.144) configuran un bloque más sólido. Y otro dato definitivo del exhaustivo balance de Adetca. En el 2010, el 10º espectáculo más visto fueDisney Liveen el Palau Sant Jordi con 28.744. Un año después, ocupa ese puestoChicago, que convocó en el Tívoli a 46.611 espectadores en ocho semanas.

LA ALARMA MUNICIPAL / La botella medio vacía apareció con crudeza cuando Daniel Martínez manifestó sus temores ante los efectos de la crisis. Si no ha afectado a la respuesta del público barcelonés, sí lo ha hecho fuera de la capital catalana con el descenso de las contrataciones en los ayuntamientos y una repercusión directa en las giras y bolos. Y avisó también del peligro que supone la «intromisión» con la programación sustitutoria de teatro aficionado.

«La bajada de contrataciones, incluso la anulación total, es alarmante. Hay público y puede ocurrir que no haya una oferta suficiente. Cuesta mucho ganar unos aficionados que son fáciles de perder», apuntó Martínez. El presidente de Adetca espera ser convocado en breve por la Conselleria de Cultura para abordar el problema y está dispuesto a buscar soluciones como una asunción de «más riesgos» por parte de los productores o una «gestión mixta» de esos teatros municipales.

LOS TEATROS PÚBLICOS / El capítulo de reflexiones del presidente de la patronal también tuvo un apartado dedicado a los teatros públicos, «un espejo necesario para el espectador». Aunque nunca lo citó, aludió a la reciente decisión del Lliure. Aparte de mostrarse «solidario» en la queja por el recorte de presupuestos, sí manifestó su preocupación por la disminución de actividad. «Antes que sacrificar programación hay que asegurarse de optimizar y ajustar los costes de estructura y que las partidas artísticas se adecúen a una situación de crisis». dijo Martínez. «Que actúen como actuamos los privados», sentenció.