Tú a Milán y yo a Gotemburgo

Solo hay algo mejor que asistir a un concierto de Bruce Springsteen: acudir a dos conciertos de Bruce Springsteen. O tres, o cuatro. Aunque se trate de la misma gira, no hay dos 'shows' del 'Boss' iguales: los repertorios cambian y la sorpresa aguarda. Esa es la actitud de un núcleo duro de seguidores del autor de 'Born to run', para el cual el concierto del sábado en el Camp Nou no es suficiente. "Cada noche es distinta y tenemos ganas de verle interpretando cuantas más canciones mejor", explica una reincidente fan viajera, Rosa Baldomà.

Ha asistido a 55 recitales de Bruce Springsteen desde 1999, la mayoría en el extranjero. ¿Invita esa experiencia a relativizar el mito de la conexión singular del 'Boss' con Barcelona? "Esta es una ciudad especial para él, pero también lo son Milán, donde lo adoran, o Gotemburgo, nórdica pero muy caliente", señala Rosa, que ya tiene entradas para asistir a los conciertos en esa ciudad sueca y en París. "Si es que conseguimos resolver la logística familiar", suspira. A su pareja, Paolo, de Módena, la conoció a través de un foro de fans. "Le conseguí una entrada para el concierto en el Estadi, en el 2003. Nació la amistad, y de ahí, ¡pareja y dos hijos!", rememora.

UNA TABERNA EN DUBLÍN

A Milán han acudido también, en giras anteriores, fans con recorrido como Montse Saliner y la periodista Mar Cortés, que, tras ver a Springsteen en el Camp Nou, irán dentro de unas semanas a París, donde actuará en un pabellón, Bercy, y no en un estadio, algo que ambas envidian. Saliner cree que es en la capital lombarda donde hay un vínculo especial con el 'Boss', "y no tanto en Barcelona", ya que "San Siro es especial, la gente está muy loca y a la vez es conocedora de su obra más allá de los grandes éxitos". Cortés, en cambio, dice no haber advertido "más energía" en los conciertos de fuera con una excepción: Dublín en la gira 'The Seeger sessions' (2006). "Era un repertorio muy irlandés y el pabellón se convirtió en una gran taberna".

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Montse Saliner apunta\u00a0","text":"que en Mil\u00e1n s\u00ed hay un v\u00ednculo especial con el 'Boss', \"y no tanto en Barcelona\""}}La Costa Este norteamericana es otro territorio preferente, como apunta Salvador Trepat, responsable de la revista digital 'Point Blank' (www.noticiasbruce.com), con cerca de 200 conciertos a sus espaldas y una mirada tan amplia como serena de la geografía 'springsteeniana'. Sí, en Nueva York o Filadelfia hay "un público muy conocedor y tan volcado como el europeo", aunque él ha asistido a conciertos "indescriptibles" en ciudades tan diversas como París, Saint Louis, Ann Arbor o Buffalo. Y añade, a modo de aviso: "Es una lotería: nunca se sabe cuándo llega una de esas noches únicas". 

UN CONCIERTO AL MES

Los cambios de repertorio son un incentivo para los viajes, sobre todo si lo comparamos con la inflexibilidad de, por ejemplo, AC/DC, pero en el fondo reposa una identificación con el artista que parece ir más allá del hecho musical. Y la expectativa de un nuevo concierto en otro punto del mapa es un alimento anímico, un plus de motivación para el día a día. "Tener un concierto de Bruce al mes sería un subidón enorme. Saber que hay uno a la vista te transmite un estado de ánimo estupendo", confiesa Montse Saliner. Seguir a un cantante por el mundo es, en fin, compatible con la sensatez adulta. "Aunque yo con los años, en lugar de calmarme, me he ido fanatizando", bromea Mar Cortés.

Trepat acudió al concierto de la gira 'The river' en Filadelfia, en febrero, y no vio "ni nostalgia ni fingimiento", sino a un Bruce "cantando como en la gira original". Sabe que en las filas de fans hay división de opiniones ante la noticia de que Springsteen no interpretará 'The river' íntegramente en Europa. "Pero él siempre guarda ases en la manga", advierte. A Rosa Baldomà no le convence "que haya salido de gira sin defender un nuevo disco" y dudó desde el principio que fuera a recorrer 'The river' entero en estadios. "Un disco tan largo, con esas canciones lentas…". Encajado el cambio de guión, expresa amablemente un par de peticiones: "Deseo con todas mis fuerzas que no cante 'Waitin’ on a sunny day'. ¡Y basta de sacar niños al escenario! ¡No puedo!".