UN HÉROE CONTRA EL NAZISMO

El Schindler americano

Las memorias de Varian Fry ilustran cómo salvó a muchos artistas europeos

El periodista norteamericano Varian Fry.

El periodista norteamericano Varian Fry. / BW

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Esta podría ser solo una bonita historia de heroísmo en tiempos difíciles de esas que encandilan al Hollywood clásico con la única salvedad de que no hay ficción en ella. En agosto de 1940, un periodista norteamericano, Varian Fry, de 32 años, llegó a Marsella comisionado por el Emergency Rescue Commitee (ERC), una organización privada estadounidense, creada tan solo dos meses antes por intelectuales antifascistas con el objetivo de ayudar a artistas, autores, disidentes y judíos amenazados por la colaboracionista policía francesa en la Francia ocupada de Vichy.

De cómo se convirtió en un héroe  legendario dan cuenta sus memorias, La lista negra (Confluencias), escritas en 1945, en medio de un gran desencanto por la falta de reconocimiento de sus acciones. El libro, que se lee casi como una novela de aventuras y que aparece por primera vez en castellano, lleva el subtítulo Entregar cuando se le solicite, en alusión a una de las fórmulas del armisticio germano-francés en el que se instaba a entregar a la Gestapo a todos los extranjeros que fueran requeridos.   Fry llegó a Marsella con 3.000 dólares y una lista de 200 vips de la cultura a preservar. Entre ellos se encontraban muchos alemanes huidos que llegaban al puerto francés con el objetivo de alcanzar Nueva York vía Lisboa a través de España

-un paso muy peligroso porque la policía franquista solía entregar a los fugitivos a los alemanes- o bien desde Casablanca -como bien ilustra la película homónima con exotismo hollywoodiense-, otra de las etapas clave del peligroso periplo.

En un año

La lista es de impresión. Entre los  nombres propios de las más de las 2.000 personas salvadas por Fry en tan solo un año de actividad se encontraban la filósofa Hannah Arendt, los poetas surrealistas André Breton y Benjamin Péret, los pintores Marc Chagall, Max Ernst, Remedios Varo, Marcel Duchamp, André Masson, los escritores Lion Feuchtwanger y Anna Seghers, así como el director de cine Max Ophüls.

Las acciones de Fry muy pronto desbordaron los márgenes de la cuestionable legalidad vigente. Lo cierto es que puede decirse que Fry se inventó la Resistencia meses antes de que esta se creara. Así, organizó una red clandestina -en la que se encontraba Harry Bingham, hijo del descubridor de Macchu Pichu y modelo para Indiana Jones- que incluía la falsificación de pasaportes  y el apoyo logístico a las distintas vías de escape. Las acciones acabaron valiéndole a Fry la condena del Departamento de Estado estadounidense y la confiscación de su pasaporte. Y es que Estados Unidos, que todavía no había entrado en guerra, mantenía hacia los intelectuales salvados una actitud ambivalente. Por una parte Eleanor Roosevelt abogó por expedir visados de entrada a los miembros de la lista de Fry como una forma de captar talento para la cultura norteamericana, pero eso no invalidaba las susceptibilidades por el carácter izquierdista de muchos de ellos.

Hay momentos impagables en las memorias. Como la docena de maletas que acompañaron a Alma Mahler y Franz Werfel en su huida a través de Port Bou o el encuentro que uno de sus acompañantes, Golo Mann, tuvo con un centinela francés que descubrió que era hijo de Thomas Mann. La escena acaba bien. El centinela admiraba profundamente al autor de La montaña mágica pero el episodio está contado con la tensión insoportable de Malditos bastardos y sin su humor. Otros sí lo tienen. Como cuando el político antifascista Giuseppe Modigliani (hermano del pintor) se niega a utilizar un pasaporte falso como algo indigno.

Fry tuvo que decir adiós a su labor cuando Vichy obligó a la ERC a destituirle. Volvió a Nueva York decepcionado y olvidado. Poco antes de su muerte en 1967, el Gobierno francés le concedió la Legión de Honor. Fue el único reconocimiento del que gozó. Por cierto, la película sobre su vida sí se rodó finalmente. Fue un telefilme con William Hurt en el 2001.

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