ESTRENADA EN BARCELONA

Una película 2.0 denuncia las injusticias sociales, económicas y políticas

Imagen de la película Interferències

Imagen de la película Interferències / periodico

EDUARDO DE VICENTE / Barcelona

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Cuatro jóvenes preparan una obra de teatro para poner en tela de juicio la actual situación económica, política y social. Preparan pequeñossketchespara ejemplificar las injusticias que se suceden en el mundo buscando la estructura y los elementos que compondrán la pieza. Utilizan textos de Pasolini o Koltés para sostener sus tesis pero siguen sin encontrar la fórmula mágica de expresarlas. El nacimiento del movimiento del 15-M les dará la clave sobre cómo enfocar el montaje.

Esta trama, simple pero efectiva, es la base deInterferències, una modesta película integrada en un proyecto ambicioso que fue estrenada el pasado viernes en Barcelona con voluntad divulgativa y de denuncia. El filme, a caballo entre la ficción y el documental, ha sido promovido por elObservatori del Deute en la Globalització y laFundació Quepo, organización sin ánimo de lucro que quiere utilizar el audiovisual como herramienta de sensibilización. Su creación ha sido posible gracias a la colaboración de unos 150 profesionales con la voluntad de que la gente tome conciencia de los problemas y actúe.

El filme se complementa con una página webwww.interferencies.cc en la que se promueve la participación, colaboración e incluso el mecenazgo de los particulares y puede verse online el primer capítulo del largometraje.

Interferèncieses definida por sus creadores como "un proyecto 2.0 con vocación de transformación social" que pretende que el espectador se convierta en partícipe. También está presente a través de las redes sociales con el propósito de alcanzar la máxima difusión e interactividad.

Cinematográficamente es muy discursiva, más una película hablada que filmada. En tan solo una hora y cuarto se transmiten tantas ideas que casi convendría verla a cámara lenta, es un aluvión de conceptos y denuncias apabullante que no deja títere con cabeza: políticos, empresarios, dictadores, multinacionales, bancos, etcétera. Combina con naturalidad, como ocurre en la calle, el catalán y el castellano y concluye que el camino a seguir se compone de una cifra y una letra: 15-M.