DRAMA

El pasado La familia, zona de guerra

El pasado La familia,  zona de guerra_MEDIA_2

El pasado La familia, zona de guerra_MEDIA_2

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pasado funciona a modo de complemento perfecto de Nader y Simin, una separación (2011), en tanto que en ambas películas Asghar Farhadi ofrece el retrato de una familia condenada inexorablemente a la disfunción y una minuciosa investigación de las miserias consustanciales al ser humano, cargada de la tensión propia de un thriller y estructurada a la manera de una cebolla despojada gradualmente de sus capas.

A medida que cada personaje intenta descargar sus sentimientos de culpa en los demás, Farhadi los empuja a todos a zonas grises morales y desplaza constantemente nuestras lealtades entre ellos, para demostrar la naturaleza evasiva de la verdad, sugerir que una cultura presuntamente liberada como la nuestra es tan hipócrita como la opresiva sociedad iraní que tan precisamente exploró en Una separación y, sobre todo, dejar claro que somos la suma de nuestras experiencias acumuladas y, por tanto, no podemos dejar el pasado atrás. Por momentos, este último asunto es subrayado en exceso, sobre todo considerando que ya queda bastante explicitado por el título. Asimismo, las similitudes estructurales y tonales con Una separación implican que El pasado no posee la misma fuerza dramática que su predecesora. En todo caso, incluso en sus momentos más melodramáticos la película está cargada de verdad, y confirma a Farhadi como un alumno aventajado de Ibsen y Chéjov. NANDO SALVÀ

Asghar Farhadi