ENTREVISTA CON EL DIRECTOR DE 'ZIPI Y ZAPE Y EL CLUB DE LA CANICA'

Oskar Santos: "Hace falta recuperar la rebeldía de Zipi y Zape"

Un fotograma de 'Zipi y Zape y el club de la canica'.

Un fotograma de 'Zipi y Zape y el club de la canica'.

OLGA PEREDA
MADRID

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La opción A era hacer una película costumbrista que reflejara el mundo de Josep Escobar (1908-1994). La opción B era hacer una película de aventuras y acción que destilara el espíritu de Los Goonies o E.T., títulos grabados a fuego en el imaginario de una generación. Ambiciosa producción de imagen real que se estrena hoy, Zipi y Zape y el club de la canica es la opción B. A sus mandos está Oskar Santos (Bilbao, 1972), que en el 2010 dirigió el thriller El mal ajeno.

-Los Goonies y E. T. ¿Se acuerda de cuándo las vio en el cine?

-Perfectamente. Y con E.T. me pasó algo maravilloso.

-Cuente, por favor.

-Tenía 9 o 10 años y mis padres nos llevaron a verla a Bilbao a mis hermanos y a mí. Yo vivía en Santurce y allí la película se iba a estrenar más tarde. La vi dos meses antes que mis compañeros de colegio y me convertí en el rey del recreo. Cuando se estrenó en Santurce, fui a la sesión de las cuatro, pero me quedé también al pase de las seis, el de las ocho y el de las diez. Cuando llegué a casa mi madre, asustada, me preguntó dónde había estado. E.T. me apasionó. Y me sigue apasionado. En el 25 aniversario fui a verla con mis amigos, entre ellos, Alejandro Amenábar, que es muy fan como se puede ver en Mar adentro. Tíos de 30 y tantos años llorando y riendo. Es la película de mi generación. Como Los Goonies o Regreso al futuro. Historias maravillosas que serán eternas por su magia y su encanto. Eso es lo que he querido traer a Zipi y Zape y el club de la canica.

-Una película para niños.

-Entre 7 y 14 es la edad ideal.

-Pero ninguno debe de saber quiénes son Zipi y Zape.

-No se crea. En el casting dos o tres chavales lo sabían. Y pregunté por Mazinger Z y también. Un tebeo es un tebeo y una película, una película. Escobar apenas evolucionó durante 50 años ni en el dibujo ni en el desarrollo de las historias porque le funcionaban así. Pero yo sentía que el filme tenía que ser algo más. Aunque tuve claro que había vigencia en los personajes. Lo que representan es universal.

-La rebeldía.

-Claro. Tener 12 años y enfrentarte a los adultos. Que tu máximo objetivo sea pasar el mejor verano del mundo. Divertirte y jugar.

-Justo lo que no pueden hacer los hermanos Zapatilla en la película cuando son recluidos en un internado que más que un centro de reeducación es una cárcel para niños con aromas dictatoriales.

-¿Y qué es lo que hacen ahí? Pues organizar una revolución.

-Ahora no vivimos bajo una dictadura, pero sí tiempos malos. 

-Por eso hace falta recuperar la rebeldía de Zipi y Zape. Y los niños, los primeros. Tienes que ser obediente, pero tienes que escuchar tu corazón y a lo mejor te tienes que revolucionar. Cuando eres un niño tienes que tener un espacio para ello. Un niño no es un adulto en miniatura.

-¿Tiene hijos?

-Me encantaría, pero no tengo esa suerte. Mis amigos, que sí tienen niños, siempre dicen que sus hijos son tremendos y que no obedecen nunca. Cómo se les olvida que ellos también fueron pequeños y que eran lo peor. Cuando eres un niño toca ser rebelde. Toca vivir. Ya tendrás una existencia más aburrida cuando seas adulto. Aunque también entonces hay que saber divertirse.

-Vamos, que los padres también deberían ver su película.

-Todo el mundo entre 7 y 99 años. Me gustaría que el público saliera con espíritu de rebeldía. Déjeme decir otra cosa. Esto es cine de entretenimiento, pero está claro que está enmarcado en un contexto muy claro, el final de una dictadura. Los problemas con la educación de los chavales siguen vigentes. Y no solo critico a este Gobierno, que lo está haciendo muy mal, sino a los anteriores. En este país la educación es un arma arrojadiza.

-En la industria española escasean últimamente los filmes con tanto empaque. 

-Somos una superproducción low cost (risas). Para los parámetros de ahora, hablamos de un presupuesto medio. El guion era ambicioso, pero los tiempos no están para grandes gastos. Hace cinco años, hubiera costado el triple.

-Se venderá bien fuera de España.

-Allá donde haya niños la película tiene sentido. La crítica de The Hollywood Reporter decía maravillas. Ya me parece un logro haber ido con una película familiar a dos festivales como Toronto y San Sebastián.