CRÓNICA

Electro-pop con OMD

El grupo británico triunfa en la jornada inaugural del Primavera Sound

Andy McCluskey, durante el concierto de ayer.

Andy McCluskey, durante el concierto de ayer.

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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El grupo synth-pop británico OMD triunfó en la tarde-noche inaugural gratuita del Primavera Sound, donde un público masivo coreó sus melodías populares. Andy McCluskey dejó claro cerca del comienzo que el repertorio sería de greatest hits, en lugar de una colección de sus accesos experimentales y caras-b: «Es un festival», dijo. «Es la vida. Ni arte, ni cultura. Esta noche será electro-pop».

Aunque podía preverse que la dejarían para el desenlace, quisieron arrancar con su exitosa Enola Gay, seguida de otros temas emblemáticos como Messages y Tesla girls, del recién reeditado Junk culture (1984), su disco ultrapop en reacción al altamente conceptual Dazzle ships (1983).

En todo momento, McCluskey hizo gala de sus conocidos bailes estrambóticos, poco o nada contenidos, lejos de la rigidez escénica de Kraftwerk, Pet Shop Boys y otros compañeros en esto del pop hecho con máquinas.

El set estuvo cargado de clásicos (Maid of OrleansLocomotionElectricity), pero OMD defendieron también su trayectoria reciente, que quizá merezca una revisión. Tanto en los viejos como en los nuevos temas exhibieron la vitalidad de unos jovenzuelos optimistas.

GUITARRAS ANGULOSAS / Antes de ellos, habían pasado por el escenario ATP algunos artistas con actuaciones recientes en Barcelona como Las Ruinas (al fin y al cabo, cocinan aquí su pop ramoniano), la siempre sólida Christina Rosenvinge y Cinerama, estos últimos, como en la gala del Primavera de este año, con una formación especial que incluía cuerdas e instrumentación adicional.

No es tan habitual ver en la ciudad, y menos en un escenario de semejante tamaño, a Albert Hammond Jr., guitarrista de los Strokes con una carrera en paralelo como compositor pop en clave, claro, nueva ola. Temas como Holiday y Cooker ship remiten claramente a la banda matriz con sus líneas de guitarra angulosas, por no decir su inspiración melódica.

Su próximo álbum promete, si nos atenemos a temas sacudidos ayer con energía como Losing touch y Born slippy, que no es versión de Underworld ni tampoco, aunque lo parezca por las modulaciones vocales, de The New Raemon.