RECITAL EN EL GUITAR FESTIVAL

Nacho Vegas, el militante

El cantautor asturiano muestra el compromiso de 'La vida es dulce'

El cantautor asturiano Nacho Vegas, fotografiado en Barcelona el año pasado.

El cantautor asturiano Nacho Vegas, fotografiado en Barcelona el año pasado.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nacho Vegas se inició en la música en los 90 con Manta Ray. «Una época en que parecía que tragábamos con todo. En la escena y en la cultura en general había un discurso acrítico con el poder, y eso es algo que veo ahora con la distancia», recuerda el cantante y guitarrista asturiano. Ahora se siente «más militante», y la prueba esLa vida es dulce, recital de homenaje al cine socialmente concienciado del británico Mike Leigh, que muestra hoy en Barts (21.00 horas), dentro del Guitar Festival.

Vegas se ha fijado, dice, en los personajes retratados por el director deSecretos y mentiras (1996). «Seres golpeados por la situación social, con conflictos morales, que no suelen aparecer en el cine de Hollywood y se distancian del estereotipo. Leigh les da una vuelta de tuerca que no veo en otros realizadores, ya que, normalmente, las clases populares y trabajadoras suelen aparecer de una manera condescendiente».

CONTRADICCIONES OBRERAS / La obra de Leigh, estima Vegas, refleja dudas y contradicciones. «El triunfo del capitalismo consistió en desmovilizar a las clases populares y trabajadoras, inculcarles un individualismo feroz y hacerles creer que eran clase media. Esa desmovilización está presente en los personajes de Leigh», explica. Quizá detecte esos puntos débiles porque los observó previamente en su propio padre. «Trabajaba en la siderurgia en Asturias, y cuando salió de allí fue director general de trabajo con el PSOE y le tocó lidiar con las trabajadoras de una fábrica de camisas. Era un hombre de izquierdas pero al llegar al poder se convirtió en el enemigo y creo que traicionó algunos de sus principios», revela el cantautor.

La vida es dulce contiene un paquete de canciones nuevas, «seis y alguna instrumental», así como una versión de la canción mexicanaÉchame a mí la culpa, que en España popularizó Albert Hammond. «Me gustaba la idea de unir la canción popular con los personajes de Leigh», apunta Vegas, que ha tratado de aplicar en esas nuevas canciones ciertas constantes expresivas de sus películas. «Leigh utiliza mucho los silencios y economiza la música, y eso me gusta. Me da mucha rabia cuando se abusa de la música en las bandas sonoras». ¿Acabará ese nuevo material en su próximo disco? «Seguramente, pero aún no lo tengo claro».