UN ESCRITOR ITALIANO EN ALZA

El mundo se rompe

Andrea Bajani publica su novela 'Saludos cordiales', situada en el mundo del trabajo

El escritor italiano Andrea Bajani, en su reciente visita a Barcelona.

El escritor italiano Andrea Bajani, en su reciente visita a Barcelona.

ELENA HEVIA / BARCELONA

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Misterios de la edición. Andrea Bajani (Roma, 1975) es, hoy por hoy, uno de los más celebrados autores de la nueva hornada de las letras italianas. Con siete libros en su trayectoria, solo ahora aparece en España el primero, la novela Saludos cordiales en el sello Siruela, a la que seguirá Se cosideri le colpe (Si tenemos en cuenta los fallos). Esa obra, que cambió su vida como autor, obtuvo una retahila de premios y se ganó la admiración y la amistad de Antonio Tabucchi. Saludos cordiales, novela breve con aires de fábula cuenta como un joven trabajador es encargado de escribir crueles notas de despido de apariencia compasiva del tipo: «Le prometemos que su vida fuera de esta empresa será maravillosa...». Al así llamado Matarife le cae otra responsabilidad, ocuparse también de los hijos de su antecesor en el cargo.

Y no, aunque lo parezca, la novela no ha sido escrita hoy, sino en el 2005. Lamentablemente, una década más tarde nos siguen golpeando las mismas injusticias laborales. Bajani cree que la crisis ha propiciado que nos sintamos como suspendidos en una burbuja que nos impide pensar en el futuro. «Ahora lo único que parece envejecer son los automóviles, los ordenadores, los smartphones... Nuestra mayor crisis es no tener el valor de pensar en una sociedad nueva».

La sorpresa para Bajani fue que la crítica italiana pronto situara su trabajo dentro de una tendencia literaria dedicada al mundo del trabajo: «No soy un escritor social, soy un escritor que se interroga sobre el mundo a partir de la propia condición existencial. No me interesa decir solo que el mundo se está rompiendo lo que necesito es mostrar cómo contemplamos su fractura». No buscan los textos de Bajani, de inconfundible aire pasoliniano, el camino fácil. De ahí que revierta el viejo lamento de qué futuro estamos dejando a los más jóvenes para pasar a aconsejar a los adultos que tengan el valor de aprender de los niños, «ellos se interrogan continuamente sobre el mundo».

El Matarife de Saludos cordiales está cortado por un patrón semejante al Pereira de Tabucchi. «Sí, ambos se sienten cómplices de un sistema y sus respectivas revoluciones son personales», acepta Bajani, que escribió la novela sin ser consciente del influjo de un escritor que acabaría siendo muy importante para él. Tan fuerte fue la amistad entre estos dos hombres de edades tan diversas, que Bajani visitó a Tabucchi en Lisboa pocos días antes de su muerte. Moribundo y sentado en su cama de hotel, el viejo escritor le dictó a su hijo su último cuento. «Era un cuento bellísimo sobre alguien que se va, como él lo estaba haciendo. Una historia para entrar en la oscuridad como cuando los niños se van a la cama. Cuando lo leí pensé que era la más grande lección de literatura que nadie me habían dado». La respuesta de Bajani fue una novela Mi riconosci (2012), escrita un año después de la desaparición de Tabucchi, un retrato de aquella amistad.

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