El mundo exterior e interior de Azorín en una muestra que recrea su despacho

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Objetos personales, una antología de textos y una recreación de su despacho ilustran el mundo exterior e interior de Azorín en una exposición sobre este escritor de la Generación del 98, inaugurada hoy en Alicante y que incluye retratos de él realizados, entre otros, por Sorolla y Zuloaga.

Esta muestra, que lleva como título "Azorín: la fama póstuma", forma parte de los actos programados este año por la Diputación de Alicante para conmemorar el cincuenta aniversario del fallecimiento del literato, natural de la localidad alicantina de Monóvar y considerado precursor del periodismo moderno.

Cuenta con la contribución de la Casa-Museo de Azorín de la Fundación CAM y estará abierta al público hasta el próximo 11 de noviembre en el Palacio Provincial.

El diseño expositivo, dividido en cinco secciones, ofrece una panorámica introductoria a la modernidad del autor y recorre sus etapas vitales, desde una revisión artística de su figura hasta su interés por el paisaje o el cine.

Los fondos de la Diputación de Alicante y colecciones particulares nutren en esta exposición "inédita", según fuentes de la corporación provincial, una galería de retratos de Azorín, como el dibujo de Ricardo Baroja, el famoso cuadro que le hiciera Ignacio Zuloaga durante su exilio en París y pinturas de Adelardo Parrilla, Daniel Vázquez Díaz o Rafael de Penagos.

La muestra también abarca, entre otros elementos y contenidos, la vertiente más personal de Azorín: cartas, fotografías, libros, periódicos o la recreación de su despacho.

Además, reúne una antología de textos de Azorín que trata de los géneros y de su interés por el séptimo arte.

Precisamente en este apartado se incluye la proyección del documental "Azorín. La imagen y la palabra", elaborado por el departamento de Imagen y Promoción de la Diputación de Alicante.

Mención especial merece la botella del "Fondillón de Azorín" que ocupa uno de los rincones de la sala: una edición especial y numerada, embotellada por MGWines y Bodegas Monóvar, para sumarse a los actos en homenaje al escritor.

Se trata de una cosecha muy especial, pues cumple el medio siglo y hasta ahora ha descansado sobre las soleras de un tonel que en su día perteneció a la familia de Azorín, según fuentes de la Diputación de Alicante.