ENTREVISTA

Mikel Erentxun: «El hospital me dio la motivación para el disco»

El cantante de Duncan Dhu regresa con nuevo disco, Corazones, tras una crisis cardiaca

Mikel Erentxun, la semana pasada en Barcelona.

Mikel Erentxun, la semana pasada en Barcelona.

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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En marzo del 2013, Mikel Erentxun (Caracas, Venezuela, 1965) sufrió una angina de pecho que, involuntariamente, le suministró material inspirador para su nuevo disco, Corazones, un trabajo en el que abre su paleta de sonidos y ritmos en torno a un pop-rock adulto. Lo presentará el 22 de mayo en la sala Barts.

-Así, ¿la preparación de este disco se solapó con el último regreso de Duncan Dhu?-Sí, hace dos años sufrí una cardiopatía que me llevó a la UVI. Me operaron y ahí decidí que, si salía del hospital, iba a escribir un disco sobre esa experiencia. En el hospital escribí versos que he utilizado. Luego hubo la gira de Duncan Dhu, y en los ratos libres iba grabando en casa.

-Angina de pecho. ¿La atribuye a una vida estresada?

-Me dijeron que sería por el estrés acumulado, aunque eso nunca llegas a saberlo. Ahora llevo una vida preventiva: te ponen una dieta cardiosaludable, pastillas... Y te invitan a que lleves una vida más tranquila.

-¿Les está haciendo caso?

-No (ríe). Al principio, sí, pero ahora con el disco estoy en la vorágine.

-Cuando se pasa por algo así hay tendencia a reconsiderar las prioridades de la vida. ¿Es su caso?

-La balanza de la escala de valores cambia, sí. Ahora disfruto más de los momentos pequeños. Cuando estás en el hospital lo que más te apetece es estar en el sofá de tu casa.

-Este es un disco de extremos desde el título, que sugiere dos lecturas, la clínica y la romántica.

-Sí, por eso me gusta. Es un disco muy radical y superpersonal, quizás irrepetible porque fue la estancia en el hospital lo que me dio la motivación necesaria para hacerlo.

-Eso del disco personal... 

-Sí, lo decimos todos, ya lo sé.

-Es cierto, pero no se me ocurre nada más personal que un disco escrito por mí, que habla de mí en sus 16 canciones y donde toco todos los instrumentos. ¿Qué puede haber más personal que eso? Pero es cierto, está sobreutilizada. Eso y decir que es tu mejor disco.

-La palabra ha perdido valor.

-O el más maduro.

-Pues mire, este no creo que sea el más maduro. Creo que es bastante loco. Está escrito con el corazón y el estómago, sin pasar por la cabeza.

-También es un disco extremo en sonido: del rock garajero al pop sensible y con arreglos de cuerda.-Quise hacer un disco abierto que recogiera todas mis influencias. Como hicieron los Beatles en el White album: todo vale mientras sea bueno y aporte algo. Hay canciones muy guarras y saturadas, o acústicas, o con cuerda, o de piano...

-Produce el disco Paco Loco, que tiene más o menos su edad pero es un símbolo del indie de los 90, de una generación que apareció casi una década después que Duncan Dhu. Se diría que representaban mundos muy alejados, pero ahora ya no lo parece tanto.-Mucha gente se extraña de que hayamos acabado trabajando juntos, pero tenemos mucho en común. Fue conocernos y comenzar a hablar de música y nos dimos cuenta de que admirábamos a la misma gente: Paul McCartney, T. Rex, los discos de los 70... El mundo indie está lleno de prejuicios, muchos indies se sorprenderían de lo que escuchábamos.

-El indie hoy tampoco es lo que era.-Es posible. En los 80, Duncan Dhu éramos indie. Estábamos en el sello más punk de España (Gasa) y éramos portada del Rockdelux. Ahora ya no sé muy bién qué es el indie. Vetusta Morla o Love of Lesbian ya no lo son; están más cerca de lo que hemos entendido como mainstream.

-Es que hay un nuevo mainstream.

-Y una zona de en medio donde muchos vamos confluyendo, como Quique González. Yo ya me siento un clásico porque llevo 30 años con una carrera bastante honesta y creíble, pero no sé qué etiqueta ponerme. No sé si hago rock'n'roll o pop...

-¿Elvis Costello como modelo?

-Está por encima del bien y del mal. Un día te hace un disco de jazz; otro, uno de rock'n'roll... Está fuera de las categorías. Pero el Reino Unido es otra cosa. En España, eso no existe. O se empieza a acuñar con Bunbury o Loquillo. Yo me siento compañero de viaje de gente como ellos.

-El mainstream tampoco es lo que era. ¿Añoraremos la perversa radiofórmula de los 90, que al menos ponía canciones del momento?

-Creo que sí. Ahora es un refrito de cosas viejas. En los 90 los números uno eran Nirvana o Radio Futura, lo más selecto. Ahora es inconcebible. Pero yo ahora no me vería sonando en Los 40 Principales. Desde hace cuatro años, a partir del disco Detalle del miedo, con el que perdí ventas y fans pero gané en credibilidad, sueno en Radio 3. Algo está cambiando.

-¿Cambian ellos o usted?

-Creo que los dos. Ellos han abierto la horquilla y mi música también ha cambiado mucho.