'Manifesta', reflexión social hecha circo

El circo no son solo trapecios y saltos inverosímiles. También es letra y reflexión. Bajo esta premisa, la compañía Obskené presentará el próximo jueves, a las diez de la noche, en la Fira de Tárrega su último espectáculo, 'Manifesta'. Un título que resume en una única palabra lo que pretenden los artistas: manifestar sus dudas e interrogantes "sobre la sociedad actual y la situación que estamos viviendo", según explica el director artístico del espectáculo y de la compañía, Ricard Soler. Una sucesión de interrogantes que al final conducen a los artistas y a los espectadores a "dejarse llevar por el éxtasis y la música de Grey Filastine", resume Soler.

CIRCO DE REFLEXIÓN

El espectáculo tiene como ecosistema natural la calle. Un espacio abierto en el que el director artístico pretende poner en pie "una simbiosis de texto, música y circo, con el objetivo puesto en mezclar estos tres lenguajes y fusionarlos". Una combinación que debe dar como resultado "un espectáculo político y festivo", en palabras del director de la compañía, que cuenta en sus filas con artistas de hasta ocho nacionalidades distintas.

El hilo conductor del espectáculo no pretende dirigir al espectador hacia una serie de conclusiones. La filosofía de 'Manifesta' es "hacerse preguntas" y "planteárselas al público", sin aspirar a dar ninguna solución. "Si supiera las respuestas seguramente no haría teatro, sino que publicaría un artículo", explica Soler. "El teatro es el mejor sitio para hacerse preguntas -añade-, pasárnoslo bien todos juntos y compartir este momento de mezcla de cuerpos, texto, circo y música".

TEXTO DE TRANSCENDENCIA SOCIAL

La estancia de Ricard Soler en Montreal (Canadá) durante dos años y medio le permitó conocer de cerca a Jean-Frédéric Messier, quien ahora pone los textos al proyecto circense. Soler confiesa que llevan un año trabajando la obra "y ya les hemos dado muchas vueltas a los textos y a cada una de sus partes". El eje narrativo de 'Manifesta' está constituido por unos relatos inspirados en los eslóganes del mayo del 68, así como en las ideas surgidas a raíz del 15-M o de la revolución de la plaza Tahrir de El Cairo. Además, también han incorporado una línea narrativa que habla sobre la comunidad, "donde entran temas como el 'compartir' entendido como un ritual de expresión corporal de baile y de estar juntos".

Para poder financiarse, la compañía Obskené, nacida en el 2008, puso en marcha un proyecto de micromecenazgo que parece haber funcionado solo "a medias", explica resignado Soler, aunque ya era consciente de que la aportación que podían hacer los mecenas no dejaba de ser "una minúscula parte de lo que cuesta el proyecto". Con tal de hacer valer la línea de reflexión que abre su nuevo espectáculo, Soler plantea "buscar soluciones" a la situación que viven los artistas, "sobretodo de compañías como la nuestra, que estamos en una situación muy precaria". El director de Obskené denuncia que, ni aun ganando muchos premios, consiguen pagar los sueldos a final de mes, una situación que no parece ser nueva: "Hace más de ocho años que estamos así y es la queja de todas las compañías".