Mágicos acróbatas

Más allá del riesgo y del  virtuosismo acrobático. Del asombro por la prodigiosa técnica. Más allá del más difícil todavía. La innovadora compañía australiana de circo contemporáneo Circa vuelve a ir más allá. Cautivó en la inauguración del pasado Grec con Opus y ahora regresa al festival de Barcelona con Beyond, aclamada producción que recala desde hoy y hasta el sábado en el más íntimo espacio del Mercat de les Flors (Sala Ovidi Montllor).

El nuevo espectáculo, bajo la dirección de Yaron Lifschitz, explora los límites que separan a los humanos de los animales; la locura de la cordura y la lógica de los sueños. Emoción y perfección técnica; fantasía y prodigio se alían para dar forma a un universo extraño de sentimientos y emociones. Asoman la ternura, la belleza y la sensualidad, pero también las partes más oscuras de la naturaleza humana. Hay asimismo humor absurdo, danza y mucha poesía acompañando las fantásticas habilidades de los siete acróbatas en escena, que combinan cohesivos ejercicios grupales con demostraciones individuales.

SUEÑOS Y SURREALISMO / En Beyond, el colectivo capitaneado por Lifschitz (con más de 60 producciones de circo, teatro y ópera como director) habla de los sentimientos sobre la base de una estructura onírica. Al creador le gusta llevar el lenguaje tradicional del circo al campo filosófico y poético. «Muestran un mundo de surrealismo, cálido, amable, empleando las más variadas técnicas», explica el director del Grec, Ramon Simó, que se declara «entusiasmado» por el espectáculo. «Es una maravilla y lleva ya tiempo rodando».

Cuenta Simó que la pieza de la prestigiosa compañía -desde el 2006 ha viajado a una veintena de países de los cinco continentes- sorprende y conmueve combinando con elegancia distintas disciplinas y un punto de cabaret. «Los artistas muestran su yo interior, conectan entre ellos y con el público y lo lleva más allá. Es mucho más que una secuencia de números y habilidades. Es energía, movimiento, imágenes de alto voltaje visual...», argumenta el director del festival.

LA FUERZA FEMENINA / Las acrobacias mientras se resuelve un cubo de Rubik, el sensual ballet de una artista que se contorsiona hasta mordisquearse el pie sobre la cuerda aérea (en la foto de la derecha), equilibrios a ciegas, torres humanas y otras proezas se suceden entre clásicos de Frank Sinatra, Bonnie Tyler o Amanda Palmer, y los sonidos electrónicos del australiano Lawrence English.

Como es habitual en el grupo,  las artistas féminas (especialmente Rowan Heydon-White) son verdaderas amazonas que cautivan al público por su fuerza y resistencia más allá de su flexibilidad y otras depuradas técnicas. Una demostración del poder del cuerpo que les sirve en su objetivo de difuminar la línea entre seres humanos y bestias, y ahondar en la animalidad que todos llevamos dentro. Las bestias también aparecen en la pieza en forma de cabezas de conejo y disfraces de oso (uno de los artistas trepa a una percha china de esta guisa).

Como en sus anteriores propuestas, el nuevo espectáculo de Circa celebra las posibilidades expresivas del cuerpo humano llevadas al extremo. Su intención es despertar emociones y lo consigue, como demuestran los grandes elogios de la crítica internacional recibidos desde su estreno, hace más de un año. He aquí una pequeña muestra: «¡Simplemente impresionante!»; «Ridículamente encantador y escandalosamente perfecto»; «Una obra maestra chispeante como el champán más fino»; «El público ha venido esperando la tierra de Circa... Beyond también les da la Luna». Vayamos, pues, a la Luna.