ESTRENO TEATRAL

Madame Bovary se queda sola

El director Ángel Alonso pone a prueba a la actriz Belén Fabra dándole el único papel de la singular adaptación que ha llevado a cabo

ICULT MADAME BOVARY

ICULT MADAME BOVARY / periodico

DAVID GARCÍA MATEU / BARCELONA

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“Para mí, es el personaje femenino más completo de la historia de la literatura” asegura convincente el director teatral Ángel Alonso. Este miércoles se estrena a las 20.30 horas ‘Madame Bovary, una cuestión de género’ en la Sala Muntaner, teatro en el que pone punto final a años de trabajo en torno a la 'madame' más famosa de la novela. “Creo que conozco mejor a Madame Bovary que el propio Flaubert”, medita Alonso, quien subirá sobre el escenario a la actriz Belén Fabra para que interprete y desenvuelva toda la trama en solitario.

La adaptación que ha llevado a cabo Alonso no es solamente a nivel teatral. También ha cambiado toda la estructura del diálogo y la ha fusionado en una única voz, dando como resultado un “estilo libre indirecto”. Una voz con la que desnuda la intimidad de la poliédrica Emma Bovary. Alonso reconoce que tenía “una lista larguísima de actrices con las que podría contar para interpretar el papel”, pero “ninguna de ellas reunía los requisitos como lo hacía Belén Fabra”.

HASTA EL MÍNIMO DETALLE

Gustave Flaubert describió las escenas de su obra con sumo detallismo. Ya fuesen reseñas sociales, de clase o incluso determinadas concepciones de belleza. Una serie de puntos de vista que Fabra asegura ya haber tenido en cuenta para enfocar su personaje: “Poco a poco he cogido confianza con este papel tan especial y complejo, ya que no es solo el personaje, sino la forma de explicar toda la historia desde el punto de vista indirecto; no sabía si hablaba yo o hablaba el narrador o los personajes… Pero dentro de la precariedad, en el sentido que solo nos teníamos a nosotros, creo que esta ha sido la gran suerte para conseguir lo que hemos conseguido”.

En cuanto a la vestimenta, el trabajo tampoco se ha dejado en vano. “La idea ha sido vestirla para la última hora de su vida”, asegura el responsable de vestuario, Ramón Ivars, quien ha asume responsabilidades compartidas con Alonso y Fabra. “Podría haber elegido cualquier vestido, porque todos los de la época eran excepcionales, pero en sus últimas horas Bovary no iba vestida”. Y ante esta circunstancia, incluso se plantearon hacer una interpretación al desnudo. “Pero como sería muy distraído para el espectador, decidimos vestirla con ropa interior”, concluye Ivars ante una Belén Fabra que ya ha actuado despojada de ropas.

¿UNA FEMINISTA INCONSCIENTE?

Madame Bovary es excéntrica desde la perspectiva ideológica del género. “Tanto en la obra costumbrista como en la política, hay machismo” asegura Alonso. “Si un hombre liga mucho es un macho y si liga una mujer es una puta; existe un conflicto de género, pero Bovary tiene una cosa muy interesante: ella quiere vivir en libertad y ser feliz”. Algo que se incluía en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, pero que obviaba a las mujeres tal como recuerda el director.

“Hay una sensibilidad propia, pero hay que tener en cuenta que el hombre escribe desde el machismo”, destaca el director. Y el autor que concibió a Bovary era un hombre. “Pero Bovary cuando trasciende las normas es para avanzarse a su época. Hay toda una sutileza freudiana; Flaubert ya tenía dudas sobre la condición social hombre-mujer, y le da la muerte a Bovary en la novela porque es su única salida en aquella época”. Hoy será el público quien saque sus conclusiones de la adaptación, pero el director avisa: “Bovary desagrada a los hombres, mientras que gusta a las mujeres”. E ahí el machismo innato en el que incide el director.

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