Un juez desestima la demanda de los hermanos Centelles contra los Testigos de Jehová

La sentencia establce que la publicación sin permiso de la fotografía de las víctimas del bombardeo de Lleida fue incorrecta pero la falta ya ha prescrito

Los hermanos Sergi y Octavi Centelles, hijos del fotógrafo Agustí Centelles.

Los hermanos Sergi y Octavi Centelles, hijos del fotógrafo Agustí Centelles. / periodico

ERNEST ALÓS / Barcelona

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El juzgado mercantil número 3 de Madrid ha desestimado la demanda que los hijos del fotógrafo Agustí Centelles presentaron contra losTestigos de Jehová por publicar modificada y sin permiso en la revistaAtalayauna fotografía de 1937 que mostraba a la madre del periodistaJosep Pernau llorando ante el cuerpo de su marido muerto en el bombardeo franquista de Lleida.

Según informa la agencia Efe, el juez reconoce que, al publicar la fotografía sin permiso de los herederos, y alterando la imagen original, la publicación vulneró los derechos morales y de propiedad intelectual, pero considera que la reclamación ha prescrito. La fotografía se publicó en 16 millones de ejemplares de las distintas ediciones de Atalayaen 1994, para ilustrar un artículo editorial contrario a la guerra de Irak.

Los herederos del fotoperiodista, Sergi y Octavi Centelles, reclamaban 90.000 euros de indemnización por el uso indebido de la imagen, por la que los Testigos de Jehová solo pagaron al archivo municipal de Barcelona, en 1992, 6.400 pesetas para conseguir una copia de la imagen, sin hacer constar cuál sería su uso editorial posterior.

Discrepancias

La familia del periodista Josep Pernau (fallecido el pasado mes de noviembre) mostró, tras conocerse la presentación de la demanda, su discrepancia con la acción de los Centelles, sosteniendo que los derechos morales que en todo caso resultaban afectados eran los de quienes aparecían en la fotografía, pese a la cual no tenían ninguna objeción a la difusión de la imagen pero sí a su uso comercial.

"Aunque nos pese, entendemos que esta foto se ha convertido en un icono del bombardeo de Lleida y, por extensión, de la Guerra Civil española. Lo aceptamos con resignación, ya que la imagen, pese a resultarnos dolorosa, aún hoy, setenta años después, sirve para denunciar la barbarie que llevan implícita todas las guerras", manifestó la familia Pernau.