CITA EN EL ALT EMPORDÀ

Jonas Kaufmann arrasa en la clausura del Festival de Peralada

El tenor alemán protagonizó un apoteósico recital en el que exhibió su amplitud de registros y su calidad interpretativa

Jonas Kaufmann, en el Festival de Peralada, este miércoles

Jonas Kaufmann, en el Festival de Peralada, este miércoles / periodico

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / Peralada

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Jonas Kaufmanndesató anoche el delirio colectivo en la gala lírica de cierre delFestival de Peralada. Hasta cinco bises tuvo que ofrecer el mediático tenor alemán para corresponder a los bravos y aclamaciones de un público entusiasmado que no quería que abandonara el escenario. El artista superó las expectativas creadas con su presencia con un medido recital en el que exhibió su amplitud de registros, su gran presencia escénica y su capacidad interpretativa. LaOrquestra de Cadaqués, dirigida por Jochen Rieder, acompañó con brillantez las intervenciones del cantante y se lució con las oberturas e intermedios programados.

El clima de expectación que rodeaba a la única cita del tenor de este año en España estaba más que justificado. Joan Francesc Marco y Joan Matabosch, del Gran Teatre del Liceu; el tenor Jaume Aragall; el director teatral Mario Gas y el presidente de Joventuts Musicals, Jordi Roch, no quisieron perderse la cita, a la que asistió como invitado Joel González, reciente medalla de oro de taekuondo en los Juegos Olímpicos de Londres.

Tras la interpretación de la obertura de'La forza del destino' de Verdi, el artista hizo su aparición en escena ataviado con un desenfadado conjunto formado por chaqueta y camisa grises y pantalón negro. Kaufmann se enfrentó al aria 'Cielo e mar' de 'La Gioconda', de Amilcare Ponchielli. Desde el principio mostró su bellísima línea de canto y su robusto timbre. A partir de ese momento, y alternando con intervenciones solo orquestales, recreó piezas de Zandonai, la aclamada aria de la flor de'Carmen'y la imponente 'Mamma, quel vino è generoso' de 'Cavalleria rusticana', de Mascagni, donde exhibió sus tonos más oscuros.

La obertura de 'Guillermo Tell' de Rossini abrió la segunda parte. El tenor regresó, en mangas de camisa, para enfrentarse a la difícil aria 'Un di all'azzurro spazio' de 'Andrea Chenier' de Giordano. Colosal. Pero aún quedaban por dilucidar los momentos tal vez más estremecedores, que llegaron conWagner. Con el 'Canto de la primavera' de 'La valquiria' e 'In fernem Land' de 'Lohengrin' dejó claro su sello de gran cantante wagneriano, Ya en los bises deslumbró con la popular 'E lucevan le stelle' de 'Tosca', la pieza de opereta 'Du bist welt für mich' de Richard Tauber, y las napolitanas, entre ellas una vitoreada 'Core'ingrato'. El público despidió de pie, entre incesantes aplausos, al soberbio cantante alemán.