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'Jimmy's Hall', un Loach para el olvido

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Ken Loach

Jimmy's Hall devuelve a Ken Loach a la Irlanda de principios del siglo XX, que ya usó como escenario de El viento que agita la cebada -Palma de Oro de Cannes en el 2006--. Si entonces escenificó la batalla entre los británicos y el emergente IRA, ahora la lucha es entre un comunista llamado Jimmy Gralton -el primer irlandés jamás deportado de su tierra natal- y la Iglesia católica.

Resulta especialmente fácil identificar esta como una película de Loach en tanto que su ira frente a asuntos sociales y políticos se muestra a flor de piel, y lo cierto es que en esta ocasión lo hace de forma particularmente tosca. Incluso si nunca ha sido un cineasta especialmente sutil, en el pasado Loach ha construido narraciones y personajes más llenos de matices que los que aquí ofrece. El paisaje político de la Irlanda rural de la época -10 años después del final de la guerra civil, la Iglesia influyendo cada vez más sobre los mecanismos de poder del Estado- se nos retrata de la forma más torpe imaginable. Nadie en la película habla como una persona normal. Los personajes abren la boca para darnos lecciones de historia o simplemente pronunciar sermones. Y luego está el sangrante chantaje emocional: Jimmy es un santo, sus enemigos son unos sádicos; el proletariado es bueno, las clases dominantes son malas.

Al contrario de lo que en su día afirmó el propio Loach, parece ser que esta no será su última película, y es un alivio. Habría sido una pena que pusiera fin a una trayectoria tan notoria con una obra tan fallida. N. S.