Un ilustre suicida

CRÍTICA Los relatos de Osamu Dazai recogidos en 'Recuerdos' son una gozada

CARLOS MARTÍNEZ SHAW

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Reseñar este libro ofrece al crítico la gozosa oportunidad de llamar la atención al lector sobre la excepcional conjunción de talentos que se dan cita en esta publicación. Por un lado, hay que presentar (por si alguien no los conoce), a los dos entusiastas editores que han fundado en Gijón, con la mayor vocación imaginable, esa asombrosa empresa de difusión de la cultura japonesa que se llama Satori. Después hay que citar a Carlos Rubio, responsable del estudio introductorio, que es hoy por hoy el mejor conocedor en nuestro país de la literatura de Japón y, por si fuera poco, un extraordinario divulgador y comunicador de sus saberes. En tercer lugar, hay que referirse a los traductores, Yoko Ogihara y Fernando Cordobés, a quienes debemos algunas de las mejores versiones, realizadas directamente a partir del original japonés, de toda una serie de obras fundamentales, y muy en especial de la mayor parte de las escritas por el maestro Natsume Soseki.

Y, finalmente, hay que destacar la fascinante personalidad del autor de los siete relatos aquí recogidos, el novelista Osamu Dazai (1909-1948), uno de los grandes suicidas de las letras niponas del siglo XX (junto con Akutagawa, Mishima y Kawabata) y uno de los grandes representantes de la literatura japonesa de los años treinta y cuarenta del siglo pasado, cuyo retrato se recoge en esta edición mediante dos de sus fotografías más logradas y conocidas, otro valor añadido.

Para conocer bien su inestable temperamento y su sorprendente escritura hay que hacerse además con sus dos novelas más significativas (El ocaso e Indigno de ser humano), afortunadamente disponibles en las delicadas traducciones de Montse Watkins, publicadas respectivamente por Txalaparta y por Sajalín, pero en el libro aquí reseñado pueden leerse algunos de sus relatos más conseguidos, en parte autobiográficos y en parte ficticios, pero siempre dotados de ese genio a la vez irónico y saturnal que caracterizó a su autor.

Véanse, si no, los cuentos titulados Malditos perros («Tengo confianza si se trata de perros. Confianza en que antes o después terminarán por morderme»), Cien vistas del Monte Fuji (donde deflacta uno de los iconos de la civilización japonesa) o Visita de cortesía («El visitante (...) me resultó admirable e incluso extraordinario, en el sentido de que no había una sola cosa de él que me gustase»). En suma, si presentar este libro es un gozo, leerlo es una gozada.

RECUERDOS Osamu Dazai Satori. 250 págs. 19 €