ESTRENOS DE LA SEMANA

'Hermanos del viento': a vista de águila

Gerardo Olivares lanza un canto ecologista en su última y amable película, rodada en plena montaña y protagonizada por Jean Reno

Gerardo Olivares conversa con Jean Reno durante el rodaje de 'Hermanos del viento'.

Gerardo Olivares conversa con Jean Reno durante el rodaje de 'Hermanos del viento'. / WANDA FILMS

OLGA PEREDA / MADRID

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Gerardo Olivares ('14 kilómetros', 'La gran final', 'El faro de las orcas') lleva años recorriendo el mundo. Las historias más apasionantes siempre las ha encontrado en la naturaleza. En el 2010 el cineasta cordobés llevó a la gran pantalla la historia real del niño lobo de Sierra Morena, 'Entrelobos'. Cuando unos productores austríacos vieron la película le llamaron y le propusieron rodar en plenas montañas un documental para televisión sobre águilas reales. Amante de la naturaleza (no soportaría vivir en el centro de una ciudad y por eso lo hace a las afueras de Madrid), Olivares aceptó. Cuando llevaba dos años filmando águilas, los productores cambiaron de idea: hacer una película de ficción para la gran pantalla. El resultado es 'Hermanos del viento', que este viernes llega a España tras haberse estrenado en varios países europeos. Dirigida a un público familiar, el amable filme -con impresionantes imágenes de aves rapaces- cuenta la historia de un chaval al que su padre detesta y que, un día, encuentra una cría de águila que acaba de ser expulsada del nido por su hermano (no hay comida suficiente para los dos). Ambos, el niño y el polluelo, tendrán que encontrar su hueco en el mundo. Para ello contarán con la ayuda de un guardabosques (Jean Reno).

“Las águilas no son animales tiernos. No son ositos ni perritos. Así que el reto fundamental ha sido convertir el ave rapaz en un ser que desprenda cariño”, afirma en Madrid el director, que ha rodado la cinta en Italia y Austria.

Cuando los productores le propusieron el cambio de documental a ficción, Olivares solo tenía un nombre en la cabeza para dar vida al chaval protagonista: <strong>Manuel Camacho</strong>, con el que ya rodó -siendo un niño- 'Entrelobos'. “Le dije que rodaríamos en inglés y se marchó un verano a Estados Unidos para dominar la lengua. Es un chico muy inteligente, con mucho talento y la cabeza muy bien amueblada”.

RENO, ECOLOGISTA CONVENCIDO

Para el papel del guarda forestal, la productora apuntó alto y contactó con Jean Reno, nacido en Casablanca de padres gaditanos exiliados del régimen franquista. El actor francés -sensibilizado con el cuidado del medio ambiente- solicitó una cita con Olivares. “Me fui a París para charlar con él. Es un tipo que siempre busca química personal con el director. Y la encontró”, sonríe el cineasta. 

"Tenemos que despertar y tener cuidado con la naturaleza o la Tierra sucumbirá. Este es un problema que tengo presente desde que rodé en 1988 'El gran azul' con Luc Besson”, explica desde Francia el actor, que tiene seis hijos y al que el tema de la paternidad que se desarrolla en 'Hermanos del viento' también tocó la fibra sensible. Olivares asiente: “La naturaleza es bondadosa cuando la cuidas y la tratas con respeto. Pensamos que la película puede ser una gran herramienta de sensibilización. Está hecha para verla en gran pantalla y sumergir al público entre montañas y, sobre todo, acercar a los jóvenes a la naturaleza, que, en muchos casos, es una gran desconocida”.

Empeñado en hacer un cine “diferente”, Olivares y su equipo contactaron con la Universidad Tecnológica de Friburgo para desarrollar una cámara muy especial fabricada con nuevos y sofisticados materiales. Esa cámara se adosó a las águilas -el equipo rodó con 17 aves rapaces, la mayoría adiestradas pero alguna, salvaje también- en los planos más espectaculares.

LA FEROZ COMPETENCIA DEL FÚTBOL

'Hermanos del viento' se ha visto con excelente acogida en Austria, Italia y varios países del Este. En Francia, sin embargo, el estreno no fue del todo bien. “Coincidió con dos importantes partidos de fútbol. Es algo contra lo que no podemos luchar”, se lamenta Olivares, temeroso de que 'Wonder woman' -estrenada a bombo y platillo este fin de semana- se coma toda la taquilla española y no deje hueco al resto. “Hacer cine cuesta mucho tiempo, esfuerzo y energía. Todas las películas merecen una oportunidad”, concluye.