LA GRAN CITA DEL CINE DE GÉNERO DE CATALUNYA

«El fantástico vive una época dorada»

Ángel Sala, director del festival de Sitges, charla con los lectores de EL PERIÓDICO sobre la edición que empieza hoy

Ángel Sala, director del festival, en EL PERIÓDICO durante la charla digitalcon los lectores.

Ángel Sala, director del festival, en EL PERIÓDICO durante la charla digitalcon los lectores.

JULIÁN GARCÍA / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya alza hoy el telón de su 48ª edición, consolidado, un año más y sin discusión, como el mayor y mejor escaparate del cine de género que uno pueda imaginar. Cine de riesgo, cine raro, cine de incansable vocación aventurera. El terror, la fantasía, el thriller, la ciencia ficción: eso es Sitges, un universo siempre en expansión. «El fantástico vive una época dorada. Cada año, las películas más comerciales son de género», afirma Ángel Sala, director del festival, en una charla digital que ayer mantuvo con los lectores de EL PERIÓDICO.

La espera se ha hecho larga para la fidelísima legión de fans del cine fantástico. Gente entendida y, sobre todo, exigente. «Tenemos uno de los mejores públicos del mundo, muy conocedor del fantástico y del cine en general», asegura Sala, molesto ante el cliché que reduce al público de Sitges a la condición de friki. «Quien dice eso no ha estado nunca aquí». Las proyecciones son, por lo general, experiencias jubilosas (y masivas) para un público sin prejuicios, con la mente abierta a todo tipo de propuestas temáticas y expresivas. Toda una paradoja, o un síntoma más bien, en un momento en que la exhibición cinematográfica en salas comerciales vive días de fundido a negro. «Nuestra cartelera es pobre y reiterativa. Las películas se estrenan mal y sin criterio, y quedan muchas marginadas y sin estrenar. Habría que empezar a pensar en nuevas formas de distribuir el cine de género», sostiene Sala.

Más allá de la crisis, Sitges ha sido capaz de mantener el pulso: el año pasado, sin ir más lejos, el festival reunió a cerca de 60.000 espectadores, y todo hace pensar que la cifra se igualará, o superará, en la edición que hoy se inaugura con la proyección de La bruja, ópera prima del estadounidense Robert Eggers, que ganó el premio al mejor director en el último Sundance. Terror en estado puro.

LA PELÍCULA INAUGURAL /Uno de los lectores preguntó a Sala, precisamente, por el hecho de que, por primera vez en bastantes años, sea una producción norteamericana, y no catalana, la encargada de abrir el festival. «Hay producciones catalanas en el festival, pero hemos creído que eran más programables dentro de la sección oficial a competición. A veces, la inauguración puede quemar una película...», jusfica el director.

Este año, Sitges entregará su Gran Premio Honorífico al director Oliver Stone. Preguntado sobre la razón de esta elección, Sala destaca los estrechos vínculos del autor de Asesinos natos o Giro al infierno con el cine de género. «Empezó como director con Reina del mal y, sobre todo, con La mano, una estupenda película de horror con Michael Caine. Y a mí, personalmente, el díptico JFK y Nixon me da mucho miedo...».

Y no podía faltar la gran pregunta del lector inquieto: ¿alguna joya oculta entre la inabarcable oferta de 169 películas, 37 de ellas en la sección oficial, que se verán desde hoy y hasta el día 18? «Hay muchas. Como ejemplos, te chivo alguna, como The devil's candy, Final girls, Southbound, Der nacthmar,  Angelica..