ENTREVISTA

Salvador Repilado: "Nos debemos al legado de Compay Segundo"

El Grupo Compay Segundo, con el hijo del legendario sonero cubano en sus filas, actúa en la sala Barts

Salvador Repilado.

Salvador Repilado. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Máximo Francisco Repilado, Compay Segundo, nos dejó en el 2003, pero el grupo que le acompañó sigue adelante con su hijo, el contrabajista Salvador Repilado, al frente. La formación, el Grupo Compay Segundo, cumple 60 años, aniversario que se solapa con el 110º del nacimiento de Compay, cifras redondas que enmarcan el concierto de este lunes en Barts (21.00 horas).

Usted tocó en Barcelona con su padre, en conciertos como el del Palau de la Música, en el 2001. Claro, lo recuerdo bien. Fui siempre su contrabajista, participé con él en ‘Buena Vista Social Club’ y en sus discos. Todavía guardo el repertorio de las canciones que tocaba con él, y Barts haremos un concierto de  recordaciones, con ‘La negra Tomasa’, ‘Chan chan’, ‘Macusa’…

El grupo se creó en 1957, cuando usted tenía diez años. Sí, es una agrupación que siempre se ha ido renovando con músicos más jóvenes. Tratamos de transmitir esa música tradicional cubana a las nuevas generaciones.

¿Recuerda al Compay de Los Compadres? Cómo no, los oía por la radio, como niño. Mi padre fundó el dúo, y antes tocó el clarinete en el Conjunto de Miguel Matamoros, el creador de ‘Lágrimas negras’, muy amigo suyo. Con el Grupo viajó a México en 1936, una gira que en su mayor parte hicieron con Benny Moré como cantante.

Ustedes venían del oriente cubano, de Santiago. Compay era clarinete de la banda municipal de Santiago de  Cuba, que en 1920 o 1921 se desplazó a La Habana para tocar en desfiles y conmemoraciones. Compay se quedó ahí a hacer una música más urbana, y yo crecí más en La Habana. Ahí conoció Compay a Ñico Saquito, el autor de ‘Maria Cristina me quiere gobernar’. Todo esto es historia.

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/0\/5\/1495378105150.jpg","author":null,"footer":"El\u00a0Grupo Compay Segundo, con Salvador Repilado al contrabajo, en una imagen promocional."}}Su padre fue famoso ya entonces, aunque muchos años después, ‘Buena Vista’ (1997) le convirtió en astro global. Él creía mucho en lo que llamaba las flores de la vida. Muchas veces, el hombre, la mujer, se dedican a unas actividades y no llegan a hacer lo que realmente les gusta, esas flores de la vida. Él decía que casi al final le llegaron las flores con ‘Buena Vista’, representando a su país en un proyecto importante.

¿Tocan la guitarra que él creó? Sí, el armónico. Lo toca un músico de prestigio en Cuba, Félix Mártínez. Compay sabía mucho de música y armonía, y creó esa guitarra de siete cuerdas, que hemos traído a la gira.

¿Es actualmente Compay una figura reconocida en Cuba? Cómo no, su nombre lo han tomado para una guayabera, y para un humidor de puros, y para una guitarra para estudiantes… Hasta ahora no han puesto ningún cañón con su nombre: Compay siempre decía que prefería un acorde de su guitarra que un cañonazo.

Recordará cuando apareció en la isla Ry Cooder. Lo tuve en mi casa comiendo; quería conocer los mercados y lo llevé a uno. Los primeros ensayos de ‘Buena Vista’ se hicieron en mi casa, la de Compay.

¿Receló de él al principio? No, era alguien del gremio, había tocado con los Rolling Stones, conocía a los músicos, y fue a casa de cada uno, a visitarlos, a ver cómo estaban, y a comer con ellos, a socializarse. Decía que los músicos para poder tocar juntos y en armonía tenían que conocerse en profundidad. Se creó una corriente de simpatía. Cuando comenzaron los primeros ensayos se hizo la magia.

Con la distancia, ¿qué representa Compay? Algo importante para Cuba, fundacional en la música tradicional, y para nosotros, que nos debemos a su legado.

En el 2014 el Grupo grabó un disco, ‘Compay son con pasión’. ¿Habrá más? Sí, tenemos el proyecto de hacer otro, vamos a ver si lo podemos lograr. En Barcelona haremos una o dos canciones nuevas. A ver cómo nos trata el público.