Desencanto sin fronteras

Frío, gris, silencioso y seco. El invierno puede convertir Berlín en un territorio hostil para los recién llegados, una extensa capital de metal y runa en la que los espacios se hacen eternos y dejan paso a la melancolía. Esta es la atmósfera en la que se fijó la directora catalana Elena Trapé para situar 'Les distàncies', su segundo largometraje. Con un toque independiente e intimista, el filme relata las decepciones de la amistad, la juventud y el pasado a través de una reunión inesperada entre un antiguo grupo de amigos que al cabo de los años descubren cómo ha cambiado todo. "Quería hablar del desencanto, y con los amigos pasa lo mismo que con la familia, es un espejo muy íntimo que puede hacerte sentir muy incómodo", asegura desde el 'set' de rodaje instalado en un apartamento del pintoresco barrio de Kreuzberg.

Este es también el paisaje que rodea a Comas (Miki Esparbé), un joven que terminó la carrera con una mano delante y otra detrás y emigró a la capital alemana con la idea de ser artista. El día de su 35 aniversario, sus antiguos colegas se plantan por sorpresa en el portal de su casa, pero el regalo termina siendo amargo. "Es un chico que está perdido, incapaz de comunicar lo que siente. Forma parte de esa generación desencantada que ha visto cómo incluso con una carrera y trabajo todo se hace cuesta arriba", explica Esparbé, que fue candidato al Gaudí al mejor actor por la sorprendente 'El rei borni'.

DETENER EL TIEMPO

Al otro lado del portal, sus amigos de Barcelona pretenden que todo vuelva a ser como antes. Olivia (Alexandra Jiménez) es quien ha organizado ese viaje a Berlín que a la vez es también una manera de intentar detener el tiempo y recuperar una complicidad que el tiempo ha fragmentado. Embarazada de siete meses, quiere volver la vista a ciertas cosas de su pasado aunque sabe que ya no es posible echar el freno, que su camino está marcado. "No puedes pretender que los otros reaccionen de la misma manera que hicieron hace 15 años o como tu esperas. Todos cambiamos", apunta Jiménez, premio Gaudí a la mejor actriz secundaria por su papel en '100 metros'.

Con este nostálgico punto de partida, Trapé da forma a una historia muy humana que vivió de cerca. Tras presentar 'Blog', su primer largometraje sobre la decepción del hacerse mayor, viajó a Berlín para experimentar la ciudad. Ahora, firma junto a Josan Hatero y Miguel Ibáñez un guion basado en sus propias vivencias y emociones. "Es una película sin artificios, centrada en la aspereza de las interpretaciones y con una historia cruda", apunta.

Tras haber retratado la cara más personal de la cineasta Isabel Coixet, quien colabora en la producción de 'Les distàncies', en el documental 'Palabras, mapas, secretos y otras cosas', Trapé cuenta una historia universal a través de un drama particular. "No hace falta irte a vivir a fuera para ver cómo a veces la única conexión que queda entre antiguos amigos son los recuerdos. La película es tan triste y nostálgica como la vida misma", asegura Esparbé.

MELANCOLÍA EN TIEMPOS DE CRISIS

Con seis años de trabajo a sus espaldas, 'Les distàncies' empezó a rodarse a finales de febrero en la capital alemana. A pesar de ser un proyecto a pequeña escala que ha vivido un proceso de financiación "larguísimo", no renuncia a dejar huella y cuenta con un reparto que completan Isak Férriz ('Cites'), Bruno Sevilla ('Proyecto Lázaro') y Maria Ribera ('El camí més llarg per tornar a casa'). La película mezcla el catalán y el castellano. "No hay otra pretensión que mostrar la realidad, normalizarla y contribuir a que cada vez haya menos miedo y complejos a hacer ficción en nuestra lengua", explica Trapé.

En un idioma u otro, 'Les distàncies' disecciona un sentimiento melancólico y de decepción enmarcándolo en un problema tan actual como la constantes crisis que han abocado a las nuevas generaciones, las primeras que saben que no vivirán mejor que sus padres, a emigrar. "La gente te dice que la actuación no es una profesión sencilla, pero hoy en día, te dediques a lo que te dediques, todo el mundo está en la misma situación. La única diferencia es que nosotros ya estamos acostumbrados a tener esa crisis incorporada", suspira Jiménez.