Dramaturgia catalana, al ring

Reconocido como el principal festival de artes escénicas de España, Temporada Alta prosigue su labor de potenciar el talento cercano más allá de acoger a las figuras más prestigiosos de la escena internacional. En su 24ª edición, que se abre este viernes con las espectaculares instalaciones de fuego por el centro de Girona a cargo de la compañía Carabosse (se repetirá mañana), el cartel amplía hasta 66 las propuestas de autoría catalana y mantiene su apuesta por la promoción de jóvenes dramaturgos, además de impulsar producciones y coproducciones. La llama de la creatividad catalana se aviva y nombres reconocidos como Carles Santos, Sol Picó, Jordi Casanovas, Pau Miró y Manel Dueso presentarán sus proyectos junto a otros emergentes o de más breve trayectoria como Animal Religion, El Conde de Torrefiel, Albert Prat y Les Antonietes.

A partir del lunes, el festival que dirige Salvador Sunyer acogerá la quinta edición del Torneig de Dramatúrgia, una particular Champions en la que se enfrentan ocho autores catalanes que presentan sus textos frente a un público convertido en jurado. Los espectadores (que acceden por dos euros, cerveza incluida) deciden los ganadores de cada duelo. La primera ronda tendrá los siguientes enfrentamientos: Ramon Madaula-Cristina Genebat; Estel Solé-Gemma Brió; Aleix Aguilà-Sergi Pompermayer y Alberto Ramos- Clàudia Cedó. El torneo, concebido como «un juego» por Jordi Casanovas, ha logrado alumbrar  éxitos como El crèdit o Smiley.

El festival organizará otros dos proyectos iniciados el pasado año. La Setmana de la Dramatúrgia se centrará en las biografías teatrales y en Llibràlegs, propuesta de Jordi Prat i Coll para llevar el teatro a las bibliotecas, Mireia Piferrer y Albert Ausellé interpretarán breves textos de Albert Arribas, Llàtzer Garcia, Marc Rosich y Victòria Spunzberg.

Manel Dueso abrirá la programación de sala este sábado (La Planeta) rescatando Plató ha mort, «un drama cómico con pinceladas de poesía» por el que recibió el Premi de la Crítica Teatral 1996 y que estrenó «a las 2.30 de la madrugada» en el bar del Subur Hotel de Sitges hace 20 años. «Al reeleerlo me ha parecido mucho más bestia. Somos más conservadores y lo he suavizado un poco. Habla de dos pequeños monstruos, un camarero [Dobrin Plamenov] y un cliente [Dueso], productos de esta sociedad».