Duelo por una gran dama de la escena

Adiós a una gran luchadora

Actores, escritores y políticos despiden a Rosa Novell y destacan su talento y su batalla hasta el final

Fermí Fernández.

Fermí Fernández.

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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Pasaban las cuatro de la tarde en el tanatorio de Sant Gervasi. El cielo encapotado, lloroso, y unas vistas espléndidas a la ciudad de los prodigios. Llegó el escritor Eduardo Mendoza con el gesto cansado. Discreto, tímido, elegante y con la exquisita educación de siempre. Repartió abrazos y besos entre familiares y amigos. «Ha sido horroroso, muy duro y cansado. Un proceso tan largo... Ahora ya descansa en paz», declaraba con la mirada acuosa. Su pareja, la actriz y directora teatral Maria Rosa Novell Clausells, perdió el viernes, a los 61 años, su incansable batalla contra una cáncer de pulmón. Ayer el mundo de la cultura catalana, amigos y compañeros de Novell y Mendoza, quiso arropar a la familia. Este domingo volverá para un último adiós en la ceremonia de despedida, a las 14.00 horas.

De las risas, metido en el pellejo de Rajoy en Polònia. El musical, al dolor inmenso por la pérdida de una hermana. Así es la vida del artista, del comediante. Así fue la noche del viernes para el actor y periodista Queco Novell, que se subió al escenario con sus buenos amigos para las 100 representaciones del hilarante montaje. No le quisieron informar que su hermana se había ido. El espectáculo continuó.

Este sábado, en la capilla ardiente, recibió el cariño de toda la troupe polaca. Bruno Oro, Mireia Portas, David Casanovas, Fermí Fernández, Ivan Labanda... A las siete, cuando Queco ya llevaba tres horas en la sala de vela, se lo llevaron todos en una piña al exterior. «Es tan buena persona y siempre con ese humor tan fino que nos alegra el día», comentaban sus compañeros de TV-3, donde ejerció de presentador de Telenotícies antes de triunfar con Crackòvia y Polònia.Actores, escritores, políticos... acudieron a lo largo de la tarde, algunos con el rastro de las lágrimas, como Mingo Ràfols, que muy emocionado decía: «Los que éramos sus amigos llevamos la pena dentro». La llevaban también Eduard Farelo y Aina Clotet, que representan en el Espai Lliure Joc de miralls. Ella coincidió con Novell en Rastres de sàndal.

Mario Gas expresó su «enorme tristeza» y evocó su trayectoria común: «Todos los amigos estamos desolados, era una gran actriz y muy valiente, culta y con sentido del humor. Tenía un gran carácter y a veces era difícil trabajar con ella. Nos conocíamos de toda la vida». La dirigió en La ronda, La senyora Florentina i el seu amor Homer, Zona cero y Un frágil equilibrio, entre otros montajes.

El prolífico Eduard Fernández nunca compartió plano ni escenario con Novell -«solo coincidimos dirigiendo una obra en el Maldà, pero cada uno hacía su parte»-, pero quiso estar allí para mostrar «su respeto y admiración por una de las grandes actrices del país». «Nos hacemos mayores y cada vez venimos aquí más a menudo», remachó. También se sumaron al duelo Josep Maria Flotats, Rosa Renom, Isona Passola, presidenta de la Acadèmia del Cinema Català, los escritores Miquel de Palol y Núria Amat, Frederic Amat...,

INSPIRADORA / El conseller de Cultura, Ferran Mascarell, quiso rescatar el lado más humano de la artista. «Hay una diferencia entre la Rosa que se veía y la Rosa tierna y afable que no se veía tanto. Era una mujer muy inteligente que se enfrentaba a la vida con muchas ganas de seguir luchando, cuando sus manos ya se habían convertido en su mirada». Miquel Iceta, primer secretario del PSC, lamentó la pérdida de «un gran talento y persona comprometida y de izquierdas». «No la olvidaremos nunca. Su obra ha de inspirar a las generaciones futuras».

También quedará como legado su lucha por vencer al monstruo y a la oscuridad. En primavera se estrenará un documental, filmado por Agustín Villaronga, que sigue los ensayos de Novell de El testamento de María, que debía llevar a escena en catalán (este mes Blanca Portillo lo representará en el Lliure en castellano). Es una María ya anciana que reflexiona sobre su vida y la muerte. El emotivo testamento de una luchadora.