'Els Pastorets' llegan al siglo XXI

Para su debut como dramaturga, la actriz y traductora Cristina Genebat ha querido trasladar la tradicional aventura de Els Pastorets a nuestros días. En clave de comedia, relata en Santa Nit, una història de Nadal, las andanzas de dos antihéroes barceloneses -Rovelló y Lluquet- en una Nochebuena. Su amiga Maria -soltera y embarazada por inseminación artificial- se pone de parto y la acompañan en su periplo desde el Raval a la avenida del Tibidabo para dar a luz. Allí, en una estación de los Ferrocarrils de Catalunya, se montará el pesebre, con los jabalís sustituyendo al burro y el buey, y un Satanás, reconvertido en un goloso del dinero y el poder. «Es como uno de eso tipos del Club Bilderberg solo interesados en lo material», anota la autora.

Julio Manrique y Xavi Ricart dirigen a un elenco amigo -Ivan Benet, Marc Rodríguez, Ernest Villegas, Mireia Aixalà, Albert Ribalta, Norbert Martínez y la propia Genebat, en el papel de la parturienta Maria- en una coproducción de Bitó y la compañía La Brutal que ha acogido el Club Capitol. Y avisan, estos pastorets no son cosa de niños. «Es una función pensada para adultos, críos de menos de 10 años no lo entenderían», advierte Manrique, que la define como «una comedia urbana contemporánea».

Cuenta la autora que decidió escarbar en este clásico popular tan representado en Catalunya porque le despertaba muchos interrogantes. «Me preguntaba por qué atrae tanto, y se escenifica año tras año y qué sentido tiene, y empecé a plantearme lo que supone la Navidad. Quise volver a los orígenes de una festividad que ahora consiste en reventar centros comerciales. Para mí es la celebración de la vida, de un nacimiento». Genebat defiende la recuperación de la espiritualidad perdida, que, a su juicio, está ligada a «una religiosidad sin adoctrinamientos». Su obra es un canto a la amistad y la vida. «Es una comedia con mucha alma, como aquellas películas de Frank Capra. Tierna, emocional, conmovedora», subraya Manrique.

MATERNIDAD DIGNA / Benet y Rodríguez interpretan a esos pastorets del siglo XXI: un astrónomo y un diseñador gráfico, ambos en paro, mientras el resto del reparto se multiplica en varios personajes: comadrona, prostituta, doctor... En su libérrima versión, Genebat aprovecha para deslizar una sentida condena a las prácticas en los partos. «Están muy deshumanizados. Hay demasiadas cesáreas. Reivindico el parto natural, ser madre con dignidad».