Un nuevo despegue de la saga Morente

El 13 de diciembre hará siete años que nos dejó Enrique Morente y su influyente estela se hace notar en numerosas manifestaciones flamencas, incluidos homenajes y recordatorios. Pero el recital de este jueves en Apolo (20.30 horas) evoca su memoria desde la cercanía más íntima y familiar a través del encuentro de un cómplice estrecho, el guitarrista Pepe Habichuela, y las voces más jóvenes de la saga, las de Soleá y José Enrique Morente.

Para ambos ‘cantaores’, que junto a la ya consagrada Estrella representan la nueva generación de los Morente, Pepe Habichuela es, más allá de sus aportaciones determinantes en el arte flamenco, una figura muy cercana. “Es como un tío para mí. Recuerdo verle por casa, trabajando con mi padre, desde que comencé a tener uso de razón, y siempre he sido muy fan suyo y de toda su familia”, explica Soleá Morente a este diario apuntando a ese otro frondoso clan, del que Habichuela, José Antonio Carmona, es un destacado exponente junto a su recientemente fallecido hermano Pepe y a sus hijos y sobrinos reunidos durante años en el grupo Ketama.

BUSCANDO EL CAMINO

El recital, que se estrena en el ciclo ‘Caprichos de Apolo’, evocará los vínculos de Habichuela con Enrique Morente, expresados en álbumes como ‘Despegando’ y ‘Homenaje a D. Antonio Chacón’, ambos de 1977. Soleá se centrará en el primero. “El disco ‘Despegando’ siempre me ha transmitido mucha alegría y energía positiva. Es el trabajo en el que mi padre emprendió el camino de la investigación y la aventura después de sus discos de canto más tradicional”, destaca. Ahí están la poderosa pieza ‘Estrella’, que lo abre, y la bulería ‘Yo escucho los cantos’, sobre un poema de Machado, que ella revisó en su debut en solitario, lanzado el año pasado, ‘Tendrá que haber un camino’.  

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En sus interpretaciones no hay un ánimo expresamente renovador, sino más bien una actitud muy marcada por el trasfondo emotivo. “Para mí es natural cantar las canciones de mi padre, forma parte de mi vida, y no pretendo darles un aire nuevo: las canto como las siento, con cariño y aprendiendo de las fuentes. Sé que en Apolo, cuando escuche a Pepe, su guitarra me va a llevar a lugares maravillosos”, explica Soleá, que informa del cercano debut discográfico de su hermano José Enrique, Kiki, Morente. “Lo está grabado estos días. Está haciendo cosas chulas, en una línea de cante flamenco tradicional. Dará que hablar”, anuncia.

RUMBO A PACO IBÁÑEZ

Soleá ha vuelto también al estudio para comenzar a grabar el que será su segundo disco. Cuenta, por ahora, con la complicidad de Alonso Díaz, de la banda granadina Napoleón Solo, a la que espera se puedan sumar otros cómplices. “Tengo mi genética flamenca, pero con Los Evangelistas empecé a entrar en contacto con la música alternativa, el rock, el ‘indie’, las bases ruidosas, y sigo ahí, probando y creando mi universo”, señala.

En paralelo, sueña con un acercamiento a la obra de Paco Ibáñez, cuyas ‘Palabras para Julia’ grabó con su padre, un registro que permanece inédito y que podría ver la luz en su próximo disco, o quizá dar forma a otro trabajo más centrado en el cantautor. “Aún no lo he decidido. La palabra homenaje no me gusta, pero sí sé que me gustaría cantarle a Paco, un artista que nos sigue dando lecciones con su obra y su actitud”.