FESTIVAL DE MÚSICAS AVANZADAS

Modernidad de ayer y hoy

The Human League conquistó el recinto de Fira Gran Via con su 'synth-pop' accesible y visionario de los 80, en duro contraste con la guerrilla electrónica escenificada por M. I. A.

Exaltación 8 M.I.A. se abalanzó literalmente sobre el público durante su actuación del viernes por la noche.

Exaltación 8 M.I.A. se abalanzó literalmente sobre el público durante su actuación del viernes por la noche.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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El Sónar sirvió en bandeja, el viernes por la noche, las metáforas sobre contrastes estéticos entre las modernidades de ayer y hoy. The Human League, icono del pop electrónico de los 80, y M. I. A., estrella de novísima planta, actuaron seguidos, uno detrás de otro, en la Fira Gran Via. Golosinas cibernéticas bien conservadas y guerrilla digital con fraseos tribales.

Las dos caras de un Sónar que siempre trata de combinar la historia y las nuevas tendencias, aunque las distancias entre ambas dificultaron el tráfico en doble dirección: si bien el electro-pop de The Human League puede ser disfrutado por oyentes jóvenes e inquietos, lo de M. I. A. es un plato duro y esquivo para el público delsynthpopochentero. Una conclusión extrapolable: hoy, las propuestas del momento suelen ser más experimentales o extremas que ayer.

'Hits' y bisutería

The Human League sirvió sushits, reivindicó los precoces experimentos de su primera etapa, menos popular, y presumió de salud madura con tres canciones de su nuevo disco,Credo. Una de ellas,Never let me go, abrió la sesión. Philip Oakey apareció encapuchado, flanqueado por sus chicas, unas Susan Ann Sulley y Joanne Catherall cargadas de bisutería. El trío vocal que se dio a conocer con el tercer álbum del grupo, el clásicoDare! (1981).

De ese disco salieron The sound of the crowdyLove action (I believe in love), logros de pop sintético retromoderno de esbeltos diálogos vocales. RescataronTell me when, aisladosinglede 1994, y Oakey, que cantó estupendamente, retrocedió, sin compañía femenina, a los primeros días del grupo conEmpire State Human y Being boiled. La exaltación llegó con los éxitos: primero,The Lebanon; luego con el sobresaliente tándem deMirror manyDon't you want me, con vestuarioburlesque.Quedó en el tintero (Keep feeling) Fascination, pero los bises culminaron con la majestuosaTogether in electric dreams, que en 1984 Oakey compuso con Giorgio Moroder para la películaSueños eléctricos.

Y, luego, M. I. A., con una furiosa prórroga delshowde diciembre en Razzmatazz. La británica con raíces en Sri Lanka, ahora con melena rubia, se alió con su corista en un cuerpo a cuerpo con el público nutrido de tonos graves, electrónica borrosa y fraseos suburbanos. Cánticos desafiantes, comoGalang y Born free, volcados entre metralla electrónica, ritmos pixelados e imágenes de bombardeos en las pantallas. Chica dura.