La revolución de Txarango

La trayectoria de Txarango es mágica. Con su primer disco, 'Benvinguts al llarg viatge', estos entusiastas debutantes iniciaron un camino repleto de premios varios y una gira de más de 150 recitales que tuvo como clímax un concierto en el Palau de la Música. Y ahora, en paralelo a la salida el próximo martes de su segundo álbum, 'Som Riu', la banda del Ripollès se saca de la chistera un festival, Clownia, con tres escenarios, carpa y acampada incluidas, que se celebrará en su comarca, en Sant Joan de les Abadesses, los días 2 y 3 de mayo.

Entre los programados: La Troba Kung-Fú, Strombers, Els Catarres, Orxata, Sound System, Pallasos sense Fronteres, Itaca Band, Buhos, Cesk Freixes y los propios Txarango, claro. Será aquí donde estrenarán este compacto bautizado con una palabra de doble sentido: sonríe y somos río. Porque todo fluye.

"En el primer disco ya buscábamos nuestra mediterraneidad, donde nacen los ríos que van al mar, una corriente de muchas notas, una música entendida como motor de vida, de cambio, de esperanza y revolución", explica el cantante Alguer Miquel. "Por cierto, hoy he caído que tu nombre también tiene dos conceptos, Mar y Cel",  le suelta al guitarrista y segunda voz Marcel Lázara. Y los dos ríen.

Llamamiento a la esperanza

El mestizaje marca de la casa, guiños a la salsa y al ska, ritmos festivos, la rumba de rigor ('El meu poble')... En Som Riu recuerdan su origen y esencia en 'Music de carrer'. Hacen un llamamiento a 'L'esperança'. Y el romanticismo va de la mano de la solidaridad en dos perlas del compacto, 'Compta amb mi' y 'Camp de batalla'. "La crisis ha despertado la solidaridad. Y en este álbum queremos reflejar esta idea de esperanza ligada a la acción: Movámonos. Se puede conseguir. Todo es posible", espolea el vocalista.

En el disco también hay espacio para la crítica, especialmente a los políticos y sus poltronas, en 'Governant'. "Es necesario hablar claro. Letras explícitas. Tenemos una sociedad que no puede prescindir de lo que precisamente recortan: sanidad, educación y cultura. Y esta pieza es otra metáfora del río: estamos en una sociedad estancada que, como el agua, si no se mueve se pudre. Necesitamos remover. Revitalizar", constata Lázara.