El ex-Sopa de Cabra rompe cinco años de silencio discográfico

"Estamos en el final de una era, de un sistema"

NÚRIA MARTORELL / Barcelona

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Tras cinco años de silencio discográfico, Gerard Quintana se entrega al rock, y lo hace con el mejor y más eficaz aliado: Xarim Aresté (Very Pomelo). Ambos comparten piso en el Eixample desde hace año y medio. Y la composición del álbum que mañana publican, 'Tothom ho sap', ha sido intensa, intempestiva y despojada de complejos. El tema que cantan en acústico para el diario, 'La campana'se lo dedican a Marc Marginedas, el periodista de EL PERIÓDICO liberado después de seis meses secuestrado en Siria. Es la pieza que contiene las claves del disco: desde la estrofa que ha inspirado el título, hasta consignas independentistas que en otras tienen continuidad ("Som i serem/ amb dos pebrots i una arengada") e incluso explica por qué hay una mosca en la carátula.

-La campana es la llave que abre las puertas del disco, ¿verdad? -

Gerard Quintana: Es un disco con un planteamiento de rock muy abierto, tocamos muchos palos.

-Xarim Aresté: Esta pieza tiene una parte más tranquila y otra más potente. Intentamos reinventar la canción en cada canción, dentro de la misma canción. Y La campana es la más explícita, sí.

-G. Q.: La campana es la alarma de otros tiempos. Suena y todo se puede desordenar. Xarim dice que es como el altavoz de un psiquiátrico, de un manicomio: con tantas frases expresándose, frases que podrían decir diferentes personajes.

-X. A.: Estamos ante una nueva trayectoria de Gerard, que siempre ha cantado sin exagerar, sin sobrepasar límites, parámetros.

-G. Q.: Si estás bien acompañado, te permites romperlos. Uno anima al otro. Y no íbamos a hacer una reproducción de lo que ya habíamos hechos. Había que explorar.

-En realidad, en el disco se percibe una necesidad constante de reinventar. De reinventarse.

-G. Q.: Es que estamos en el final de una era, de un sistema. El mismo de las autonomías, se ha de reinventar. En el 2014 se ha de tomar una decisión para la historia. Nos hemos de reinventar ¡incluso a nivel global! Hemos de quedarnos solo con lo imprescindible para poder iniciar este viaje incierto.

-X. A.: Lo que tenemos ya no sirve.

-¿Y el rock es el mejor vehículo para potenciar esta sensación? -

G. Q.: El rock es un buen vehículo para decir las cosas con más fuerza. Sobre todo, si tienes un buen equipo. Porque esta misma actitud, uno solo, está más cerca del cantautor. Aquí somos cinco músicos al 100%. El rock es muy de actitud, sí. Otros estilos responden más a una propuesta estética, más mental, más analítica. El rock, en cambio, es visceral.

-X. A.: Va más allá de las palabras. Estás poniendo la sangre.

-G. Q.: Me viene a la cabeza Patti Smith, una referencia que destapo más que nunca. Aquí esta ese niño que descubrió Horses: un espacio sugerente, estimulante e inspirador, por el que nos paseamos en este disco.

-X. A.: Nos hemos sacado los complejos de encima. Mostramos lo que nos ha salido de dentro, sin filtros ni obstáculos. Hemos trabajado cada mes como si fuera el último, el definitivo. En este año y medio de preparación, nos hemos dejado la salud entrando en un estado de no tiempo, dedicando las 24 horas del día.

-Una estrofa de la pieza, digna de detenerse: «Tota la vida sentint,/ el seny és al fons a la dreta./ Mentre amb l'esquerra/ et toca eixugar-te la pandereta...»

-

G. Q.: Todos sabemos qué está al fondo a la derecha. Y más con esta mayoría de derecha, o de derecha extrema, en estos tiempos de involución democrática esperpéntica. Con estas estrofas, queremos aportar un poco de ironía y humor. Porque si todo es crudo, «casun déna!» Es una canción antisistema. Cantamos que hay una mosca en el plato, ¡y la mayoría de gente sigue comiendo!

-X. A.: También decimos que está oscureciendo, pero no pasa nada. No hemos de tener miedo de ir más allá.

-G. Q.: Los cambios son inevitables.

-X. A.: Lo decimos en Ara o mai. Y en Els inventors: No tornarem enrere... perdem la por a perdre».

-G. Q.: En todas las canciones hay esta conciencia de final de etapa. De un realismo optimista, que no acepta el engaño. «Seguirem aquí inventant/ una nova manera...» [Quintana recita la letra de Els inventors]. Habrá que luchar, nadie vendrá a salvarnos. Pero ¿quién habría dicho hace cinco años que habría este porcentaje de voto con opción soberanista? Parecía una utopía. Y ¿quién habría dicho que Europa es un fracaso? No lo parecía.

-X. A.: No es un disco reaccionario, ¡es accionario!

-También hay espacio para el erotismo. En Figues de Moro -«quan entro dintre teu, sé que soc al paradís»-. Y en Arribarem al cel (aquesta nit).

-G. Q.: Lo he recuperado, hacia tiempo que no lo hacía. Arribarem al cel fue la última que hicimos y es muy obvia. Pero el rock es un género que te permite ser más desinhibido. Entrar dentro del concepto.