Delafé se agarra a 'La fuerza irresistible'

A la fuerza irresistible de la música se agarra Oscar D’Aniello cuando vienen mal dadas. Escribir canciones, liberar ideas para ventilar frustraciones ha sido el camino elegido para seguir adelante tras la marcha de Helena Miquel, la otra mitad del grupo. Ahora Delafé –a secas, sin Las Flores Azules- busca nuevos horizontes con 'La fuerza irresistible', un disco diferente e intenso. Lo presenta este martes en Apolo acompañado de una potente banda y diversas colaboraciones.

"La versión 3.0 de Delafé es más de gruñido. El disco habla de esperanza pero lo hace desde la oscuridad. Mis vivencias personales y generacionales se reflejan en él", indica. El rapero y letrista se identifica con la gente de su generación que hace 10 años compraban pisos y ahora están desahuciados. "Está escrito desde la desilusión pero con ganas de seguir luchando para poder hacer lo que me gusta".

El disco está producido por Paco Lobo. En él cuenta con Dani Acedo como aliado en la música, la instrumentación y la programación. De las mezclas se encargó Tim Latham (De La Soul, Black Eyed Peas).

MAYOR LIBERTAD

"En este disco voy más libre. Ahora solo he de pensar en mí y en la canción. Si necesito otras voces las voy a buscar", explica el artista, que ha colaborado con Pricilla, Carlos Cros y La Bien Querida, entre otros. "Desde que Helena dejó el grupo he hallado un nuevo método de trabajo. Al final, después del sopetón y de sufrir, a base de trabajar mucho salió este disco que era imposible de imaginar hace un año". Incluso cree haber salido reforzado de la experiencia. "Es como si el destino me hubiera puesto a prueba. Pienso que el resultado es mucho mejor de lo que hubiera sido una continuación de Delafé y Las Flores Azules. Hacer siempre canciones para dos es complicado. Ahora soy más yo".

Para muestra 'Hoy prenderán las brasas', una melodía bailable sobre el deseo que grabó en el estudio de El Periódico para Música Directa con Acedo al teclado. "Habla de la importancia del amor y del sexo en la vida. El disco habla de esperanza, de amor y sobre todo de sexo. Son los pilares del ser humano. Cosas muy básicas que cuando las pierdes se hacen notar". Y añade: "Para sentirnos como reyes nos basta estar enamorados y hacer el amor. Suena muy hippy pero es tal cual".

DOBLE PERSONALIDAD

¡No se le ve muy hippy que digamos! Mantiene su aspecto deportivo -será porque va en bici y se preocupa por estar en forma- lleva una cuidada barba y se siente a gusto con su estilo de joven urbanita pese a haber cambiado El Raval por Valldoreix. Como todo ser humano es contradictorio, y lo ilustra en 'Días y días', una canción con dos comienzos.

Empieza con mal pie, despotricando de todo y, de repente, se le oye decir "para, para". Y vuelve a empezar de nuevo con un ritmo similar pero con una letra totalmente diferente. "Ese tema muestra mis dos caras. Hay días en que me levanto tan nazi que lo mejor que puedo hacer es volver a la cama y despertarme de nuevo con otra actitud más calmada y positiva".

Aunque no ha votado nunca, la política y la crítica social impegna algunas canciones. "Por desgracia hemos perdido muchas cosas que el sistema nos está sacando de una manera muy sutil. Mediante el miedo nos quitan derechos. El sistema vela por su propio interés y se ceba en la gente de buena fe o los más desfavorevcidos. Suena a tópico pero es que es así".

D’Aniello lleva 13 años dedicándose profesionalmente a la música pero empezó hace 21 años, cuando a los 17, menor de edad,  empezó a pinchar en Lo cualo, una discoteca del Masnou. Ahora con 39 años sigue enganchado a la música. El escenario es como una droga para él. "Soy un yonqui del escenario. Hacer un disco es una excusa para estar en él y conectar con la gente. Es algo increíble, una sensación que engancha".