El Mundial de fútbol

España, sin defensa

ESPAÑA 1 HOLANDA 5

Holanda somete a un cruel castigo a la selección de Del Bosque y le complica el futuro en Brasil

El desafortunado Casillas ve como Van Persie anota el 1-1 de un lejano cabezazo.

El desafortunado Casillas ve como Van Persie anota el 1-1 de un lejano cabezazo.

MARCOS LÓPEZ

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Fueron cinco. Y si hubiesen sido seis goles tampoco nadie se habría extrañado. Ni siquiera si la vertical, imaginativa y, sobre todo, profundísima Holanda de Van Gaal hubiera firmado ocho goles. El castigo resultó tan cruel que España se quedó sin argumentos. Ni defensa. El desastroso debut, además, le complica el futuro en el Mundial en caso de que la diferencia de goles resulte decisiva al final. No fue, ni mucho menos, la derrota de Suiza (1-0 en el 2010). Lo de ayer en Salvador de Bahía, con un depresivo Casillas como retrato de la decadencia del campeón, no admite comparación alguna. No es cuestión de números -desde el Mundial de Brasil, pero en 1950, la selección no perdía así (entonces fue un 6-1)-, sino de que no transmitió nada.

Nada es nada, por mucho que en la primera parte tuviera el control del partido durante unos minutos, sobre todo cuando Xavi e Iniesta encontraban rendijas, pequeñas todo hay que decirlo, en el excelente planteamiento de Van Gaal. Louis ganó a Vicente. Holanda humilló a España con una derrota terrible porque ensució la estrella conquistada en Johannesburgo, mientras Robben y Van Persie se dieron un auténtico festín con Blind, el hijo, lanzando pases como si fueran bombas.

AGUJERO EN EL CENTRO / A España le fue más o menos bien durante 40 minutos, hasta que Van Gaal, que había jugado millones de veces este partido en su cuadriculada cabeza, detectó dónde estaba el pozo del tesoro. A la espalda de los centrales de España. Y, sobre todo, en un portero que lo ha sido todo (excelente su mano inicial a Sneijder), pero se derrumbó con tal estrépito que se duda mucho de él. Erró en el primer gol de Van Persie (se quedó a media salida, en tierra de nadie), erró en el de De Vrij (no dominó su área pequeña con contundencia, por mucho que le hicieran falta previa) y erró de forma clamorosa en el 1-4 de Van Persie, donde se hizo un nudo en los pies y acabó con cara de pena.

HUMILLACIÓN HOLANDESA / Sin portero es difícil ganar un partido de un Mundial. Y sin defensa, más aún. A España le mantuvo el aire durante 44 minutos, hasta que Piqué lanzó mal la línea de fuera de juego, Ramos se quedó mirando a Van Persie, camino de su vuelo más hermoso, y Casillas no sabía ni dónde estaba ni para qué estaba. Ese empate obró un efecto devastador en España, al tiempo que impulsó a la exquisita selección holandesa. Exquisita porque tenía un plan trazado y le salió bien, tal vez, por el error de Silva en lo que podría haber sido el 2-0, para fulminar al apocado, inanimado y triste equipo de Del Bosque. Lo que vino después será dolorosamente recordado con el paso del tiempo, de los años, de las décadas... Fue una humillación, algo nunca visto, nunca, en el estreno de un campeón.

36 MINUTOS TRÁGICOS / España se quedó muda. Sin voz. Cuando quiso reaccionar Del Bosque con un doble cambio (Pedro por Xabi Alonso y Torres por Diego Costa) ya iba perdiendo 1-2. Y lo peor estaba por llegar. Porque sí, España jugó con un nueve, con un brasileño vistiendo la zamarra blanca, silbado en todo momento por miles de compatriotas, pero no dio esa sensación. Se inventó Costa un penalti que no era. El gol de la esperanza, pensó entonces Del Bosque. Era, en realidad, el gol que precedía a la tragedia.

No hay otra palabra que explique mejor el derrumbe del campeón, similar por la magnitud a la terrible caída del Barça ante el Bayern Múnich, sin ir más lejos. Por mucho agradecimiento que tenga el fútbol español hacia este grupo irrepetible de jugadores que le han llevado al paraíso, ayer, en la calurosa y a la vez lluviosa Salvador de Bahía, se perdió algo más que un partido. Se perdió el encanto, el fútbol, el estilo, el alma.... Del 6-1 de Brasil (1950) al 5-1 de Holanda (2014).