El 'Patricia' aplaza hasta el domingo la clasificación tras un día caótico

La cola del huracán Patriciaque ha azotado duro el sur de los Estados Unidos abrió una brecha aún mayor entre la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), la empresa que gestiona los derechos (FOM) y los organizadores del GP de Estados Unidos, la COTA. Durante todo el fin de semana, cada uno ha ido por su lado, en un ambiente de desorganización que culminó, de momento, con el continuo aplazamiento de la sesión de clasificación, sin que nadie tomara una decisión.

El lío comenzó el viernes, en la segunda sesión de entrenamientos libres. La FIA seguía su programa habitual, su horario de inicio de la sesión, mientras los organizadores del circuito habían dado orden a sus comisarios de retirarse de sus puestos en la pista debido al peligro que supone permanecer cerca de una torre metálica cuando descargan todo tipo de rayos en plena tormenta eléctrica. «Bueno, son disposiciones locales de seguridad que tenemos que respetar», se disculpó Mateo Boncciani, director de comunicaciones de la FIA.

SAINZ, PROVISIONALMENTE 4º

Ya el sábado se celebró la tercera sesión de entrenamientos libres con la advertencia de la FIA a los equipos de que «los tiempos podrían tenerse en cuenta para formar la parrilla de salida en el caso de que no se pueda celebrar la clasificación». Así que, en contra todo lo que ha sucedido en los últimos años, los coches salieron a pista en unas condiciones infernales en las que Lewis Hamilton marcó el mejor tiempo -que podría servirle para salir en la pole- mientras Carlos Sainz, de nuevo fenomenal en agua, logró el quinto mejor tiempo, que le serviría para salir cuarto, ya que por delante, Sebastian Vettel sufrirá 10 puestos de penalización, lo mismo que su compañero Kimi Raikkonen, después de que Ferrari decidiera sustituir los motores en sus coches y recurrir al quinto motor de la temporada, mientras que el reglamento contempla un máximo de cuatro.

«IMPOSIBLE CONDUCIR ASÍ»

Las salidas de pista fueron constantes, aunque no hubo que lamentar accidentes. Sin embargo, cuando se acercó el horario de la clasificación las condiciones empeoraron aún más. Mientras las autoridades del estado de Texas recomendaban a los ciudadanos no salir de casa a causa del fuerte temporal de lluvia y viento, la FIA se empecinaba en mantener sus horarios y su programa. «Es imposible conducir así, imposible», reconocía Carlos Sainz, el que más ganas tenía de salir a la pista. Era la misma opinión de todos. «Nada más salir a pista en los libres hice un trompo. Era divertido, pero ante la clasificación la pista era ya un gran charco, imposible para un coche», reconoció Hamilton.

Nadie entendía por qué se mantenía la intención de celebrar la clasificación, nadie. «Bueno, creíamos que sobre las dos de la tarde, una hora después del inicio previsto, se iba a abrir algún claro y la lluvia iba a amainar, pero no ha sido así», desveló Charlie Whiting, director de carrera y la autoridad de la FIA en materia de seguridad. Es posible que fallara su pronóstico, pero no se entendió que se empecinara en «esperar un par de horas más para ver si puede celebrar aún», cuando el pronóstico era de lluvia y la luz diurna desaparecía entre el ocaso y las nubes. La idea es «celebrar la clasificación el domingo a las 9.00 hora local». Ya se verá si es posible incluso celebrar la carrera, en la que Hamilton puede proclamarse matemáticamente campeón del mundo.