Los coches son ahora más nerviosos

Nadie confiesa sus mediciones, pero la carga aerodinámica de los nuevos F-1 es aproximadamente un 20% inferior a la de la pasada temporada. La causa principal es la prohibición de los escapes sopladores, que, de una u otra manera, apuntaban al fondo del coche para ganar apoyo y, por ende, velocidad en curva. Esto revoluciona el diseño del tren trasero, que también pierde la inteligente ala viga, al tiempo de ser soporte del sofisticado alerón trasero y generadora de carga aerodinámica.

Todo esto se nota en pista: los coches ya no circulan sobre raíles, han vuelto los contravolantes y las pérdidas de tracción al salir de las curvas. Evitarlas permitirá mantener el neumático en condiciones. Por otro lado, la FIA ha impuesto los morros bajos para evitar que la rampa de la nariz ejerza de lanzadera en accidentes aéreos, los más peligrosos para la cabeza de los pilotos.

La relativa libertad del reglamento en este punto ha generado coches muy dispares entre sí, reconocibles sin patrocinadores de un solo vistazo. Eso sí, muchas soluciones han sido criticadas por feas, como los remates cilíndricos de Force India y Toro Rosso. Pero la estética es lo de menos ¿verdad?