EL CAMPEÓN DE MOTOGP ABANDONA LAS MULETAS UNA SEMANA ANTES DE VIAJAR A CATAR

"El nº 1 te añade presión"

Las motos campeonas 8 Márquez posa con las Honda campeonas: Rossi (46), Crivillé (3), Doohan (1), Marc (93), Stoner (27) y Hayden (69).

Las motos campeonas 8 Márquez posa con las Honda campeonas: Rossi (46), Crivillé (3), Doohan (1), Marc (93), Stoner (27) y Hayden (69).

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Marc Márquez (Honda), el campeón que el año pasado se convirtió en el debutante más espectacular de la historia al romper todos los récords de precocidad que en la categoría reina ostentaban Mike Hailwood, Kenny Roberts, Freddie Spencer, Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, lleva ya días sin apoyarse en las muletas, que dejó tiradas en el suelo de su casa de Cervera, tal y como mostró en un tuit el pasado viernes. Poco antes, en el primer ensayo que se perdió de Phillip Island, Márquez provocó la sonrisa de sus seguidores al colgar una imagen en la que se veía su pie derecho en el interior de la máquina de magnetoterapia y un primer plano de sus manos pilotando su velocísima Honda en la Play Station a lo largo del circuito australiano.

Un GP de entrenamiento

«Lo peor de haberme roto el peroné derecho por dos sitios no ha sido el dolor, ni la inmovilidad, ni las muletas, ni la recuperación, sino el no haber podido subirme a la moto en cuatro semanas. Para cualquier piloto es una tortura, lo que más nos cuesta asimilar», señala Márquez, que desde hace unos días ya puede cargar algo de peso (empezó con 30 kilos y va aumentando día a día) y empieza a sentirse, de nuevo, un deportista con ganas de volver a subirse a la moto. «No me engaño y sé que la semana que viene, en Catar, no estaré al cien por cien, pero estoy muy animado y trataré de ir cogiendo la forma poco a poco. Quiero utilizar la primera carrera para volver a sentirme piloto y, una vez recuperadas esas sensaciones, vitales para poder ir rápido, tratar de probar todo aquello que no he podido probar por mi ausencia en Sepang-2 y en el test de neumáticos de Australia».

Márquez pretende tomarse el primer GP del año como una puesta a punto. «Además de recuperar las sensaciones sobre la moto, también he de mejorar mi aspecto físico. Aunque he seguido trabajando en el gimnasio con mi hermano Àlex y Genís Cuadros, nuestro preparador, aún me falta un poquito para estar bien».

Sigue sin carnet de moto

El campeón, que no lucirá el número 1 en el carenado de su Honda RC213V («seguiré con el 93, el año que nací, que me ha traído mucha suerte»), sí habla de la obligación y deseo de defender, por vez primera, ese privilegiado número, en definitiva el título conquistado. «Nunca he defendido el título -recuerda el ídolo de Cervera-, ya que cuando gané en 125cc di el salto a Moto2 y, cuando gané en Moto2, pasé de inmediato a MotoGP».

Márquez considera que defender el título es una presión añadida. «Ya no soy el novato, ya me conocen, y seguro que ahora seré el centro de atención de todos. Esa es una presión nueva, pero espero llevarla bien y soportarla con entereza, tanto fuera como dentro de la pista». No deja de ser gracioso que la lesión le haya impedido cumplir uno de sus deseos, que no sueños: sacarse el carnet de moto. «Me había preparado el examen teórico, pero no me he podido presentar y ahora empezamos la locura de los viajes. Seguiré sin él».

El Mundial más igualado

Márquez está convencido de que la semana que viene empezará «el Mundial más atractivo de todos, será espectacular». El campeón basa su pronóstico en el hecho de que «a la excelente pretemporada que han hecho Jorge [Lorenzo] y Dani [Pedrosa] se ha añadido el buen ritmo y regularidad demostrado por Valentino Rossi». El de Cervera recuerda que la aparición de los hermanos Espargaró («¡menuda mala suerte ha tenido Pol al fracturarse la clavícula el último día de entrenamientos!») y las excelentes prestaciones que han demostrado las MotoGP Open «van a igualar mucho, muchísimo la situación».