Piloto de Yamaha

Aleix Espargaró: «Veo a Lorenzo como un perro rabioso, con hambre»

Aleix Espargaró, a la izquierda, compartió conferencia de prensa con Valentino Rossi y el resto de favoritos.

Aleix Espargaró, a la izquierda, compartió conferencia de prensa con Valentino Rossi y el resto de favoritos.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Siempre ha caminado con paso firme por el Mundial de motociclismo. Siempre con su sonrisa contagiosa y una determinación tremenda de, fuese como le fuese, intentar hacer el mejor papel posible, pusiesen la moto que pusiesen en sus manos.

A menudo le han dicho, con razón y con cariño, que se cuidaba demasiado de su hermano Pol. Es más, ha habido quien le ha dicho que él mismo no se daba la importancia que le daba el paddock del Mundial, que siempre le ha considerado no solo uno de los suyos, sino un piloto a tener en cuenta. Y mucho. Todo era muy cierto. Y él lo sabe.

Aleix Espargaró (Granollers, 1989) empieza a acercarse a los grandes, acaricia la cabeza del pelotón, huele a laurel aunque solo ha conseguido un podio (Catalunya 2011, Moto2) y eso que hoy empieza su décima temporada en la élite.

-Estalló el pasado año ganando, arrollando, en la categoría de CRT, el otro campeonato de MotoGP, y se ha convertido ya en la revelación de la pretemporada de la categoría reina¿Empieza a creérselo?

-Yo siempre me lo he creído. Lo del año pasado fue maravilloso porque lo hice peleando mucho, mucho, y aprendiendo un montón en un equipo fenomenal, el de Jorge Martínez Aspar y, en ese sentido, tenía cierto miedo, hay que reconocerlo, a separarme de él e iniciar una aventura en un equipo nuevo, desconocido. Me dijeron que me equivocaba, y me lo dijo mucha gente, y mucha gente que me quiere, pero el team Forward no me ha decepcionado y la moto que me han dado va muy bien.

-¿Qué valor le da a lo realizado en los tests de pretemporada?

-Muchísimo porque siempre he estado detrás de los magníficos, de los oficiales, de los pata negra y con muy buenos tiempos. Les doy el valor que tiene no haberme equivocado, sentirme bien conmigo mismo y, lo más importante, haber progresado, haber subido un peldaño más en una parrilla donde es muy difícil mejorar de año en año y donde debes apostarlo todo al coraje, al valor y a las ganas de ser un poquito mejor cada año. Lo que no es nada fácil.

-¿Cuál es para usted la mayor diferencia entre un año y otro?

-La potencia entre esta Yamaha y mi Aprilia es enorme, espectacular y eso a un piloto le encanta, pues no hay mejor sensación que retorcer el puño del gas y que la moto empuje. Y mucho. Y otra cosa fantástica es que con esta moto puedo inclinar mucho más, todo lo que quiera. Disfrutas de las curvas, pues el año pasado con mi estupenda Aprilia, en mitad de la curva, iba a una rueda.

-El podio parece quedar lejos, ¿no?

-No pienso en el podio, entre otras cosas porque soy realista. Coincido con aquellos que dicen que la única manera de ser veloz es disfrutar sobre la moto, pasártelo bien. Y en eso estoy. El cajón me parece, hoy por hoy, inalcanzable. A no ser que un día ocurran un montón de cosas y se líe una que haya un hueco para nosotros. Pero no, no pienso en eso.

-Usted ha estado pegadito a ellos. ¿Dígame cómo ve a los magníficos, cómo ve a Marc Márquez?

-Estupendo, y eso que se ha hecho daño y no ha estado en los dos últimos entrenamientos, pero en Malasia lo vi muy seguro de lo que hace, muy en el papel de campeón, tanto en vueltas rápidas como en simulacros de carrera. Esta muy bien y seguro que vuelve muy fuerte.

-¿Puede ser este el último año en que Dani Pedrosa aspire al título?

-Yo a Dani no lo descartaría nunca. Dani siempre hace su trabajo con regularidad y rigor. Pilotar esa Honda te convierte en candidato ¡ya! Y si algo sabe Dani es lo que lleva entre manos. Esa moto es un escándalo a la hora de abrir gas, ¡asusta!, una bala.

-¿Cómo ve a Jorge Lorenzo?

-¿Puedo decirlo? Se lo diré, pero lo digo de buen rollo, con cariño, es mi amigo, interpréteme bien: veo a Jorge como un perro rabioso, con hambre, con mucha hambre. Marc le quitó el título y lo quiere reconquistar. ¡Y menudo es Jorge peleando!

-¿Qué me dice del doctor Rossi?

-No voy a ser yo quien tire agua al vino, pero yo no lo veo tan, tan, como dicen todos. Lo veo bien, lo veo resucitado del aburrimiento del año pasado, pero una cosa es una vuelta y otra, muy distinta, machacarte durante 21 vueltas con Marc, Jorge y Dani. Eso es otra cosa. ¡Ojalá pueda, al motociclismo le iría muy bien!

-Su hermano Pol está estupendo...

-Mi primer rival... No, en serio, ha entrado bien en MotoGP, muy bien, lástima de su clavícula, pero ha llegado dispuesto a dar guerra.