ELLAS MARCAN EL PASO EN TELEVISIÓN

El 'top ten' de las series de mujeres

Juan Manuel Freire

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1/ 'Veep'

A mordiscos con la política

Julia Louis-Dreyfus ya habría sido parte de la historia de la tele de haberse retirado en 1998, cuando 'Seinfeld' se despidió de antena, y con ella Elaine Benes, exnovia neurótica y marcadamente independiente (todo un icono feminista) del personaje titular. Momento imborrable al azar: Elaine haciendo a toda prisa la maleta del ligue que quiere echar de casa en el episodio 'El botones'.

Sobrevivir a Elaine podía no ser fácil, pero Louis-Dreyfus pasó a tener estimable serie propia, 'Las aventuras de Christine', antes de terminar de solidificar su estatus como actriz cómica de leyenda con 'Veep', serie que es en sí misma una superviviente: ha logrado mantener el nivel y recibir aplausos y nominaciones tras la salida de su creador, Armando Iannucci, sustituido como 'showrunner' por David Mandel tras la cuarta temporada.

En sus inicios, 'Veep' relató las peripecias de Selina Meyer como (también) neurótica vicepresidenta de Estados Unidos: una mujer eficaz pero complicada, absorbida y descorazonada tanto por los protocolos como por ese delirante equipo de asesores. Desde entonces, Selina ha pasado de vicepresidenta a (por poco tiempo) presidenta, ha publicado una autobiografía muy discutida y planea presentarse a las elecciones del 2020. Si en los comienzos algunos ligaron el personaje a Sarah Palin o Joe Biden, ahora se pueden hacer algunos crudos paralelismos con Hillary Clinton.

2/ 'Big little lies'

Drama doméstico y emotivo

El conocido tópico de "el libro era mejor" no siempre es cierto: ahí quedan ejemplos como 'Tiburón', 'La jungla de cristal', 'Los puentes de Madison', 'El diablo viste de Prada' o, hay que decirlo más, '50 sombras de Grey', 50 veces más sofisticada y ágil que el original pseudoliterario.

A esta lista hay que añadir 'Big little lies', miniserie de HBO que convierte una lectura veraniega perfectamente digestible, obra de Liane Moriarty, en un drama doméstico de potencia emocional inesperada, recordatorio de que una televisión sobre personajes adultos no solo es posible sino deseable. El mérito es, en parte, del creador David E. Kelley y el director Jean-Marc Vallée, pero sobre todo de un grupo de actrices en estado de gracia.

Alexander Skarsgård se ha llevado un merecido Emmy por su papel de marido abusivo, pero lo cierto es que en sus escenas con su mujer de ficción, Nicole Kidman, ella lo devoraba por entero.

Las otras dos madres al borde de un ataque de criminalidad eran Reese Witherspoon, también productora, y una Shailene Woodley rescatada felizmente de las dudosas adaptaciones del género 'young adult'. No cabe desestimar las aportaciones de una rabiosa Laura Dern (entre esto y 'Twin Peaks', 2017 es su año) o una proactiva Zoë Kravitz.

Solo por volverlas a ver a todas juntas, algunos aceptamos sin rechistar esa posibilidad de una segunda temporada absolutamente innecesaria.

3/ 'El cuento de la criada'

Úteros al servicio de la élite

La novela distópica de Margaret Atwood había sido adaptada al cine en 1990, con dirección de Volker Schlöndorff y la añorada Natasha Richardson en el papel que ahora ha valido el Emmy a Elisabeth Moss; a la octava va la vencida (fue nominada seis veces por 'Mad men' y una por 'Top of the lake').

Pero el 2017 parece, en términos de coyuntura política, un año aún mejor para hablar de un régimen totalitario y patriarcal en el que se pretende que las mujeres se limiten a ser úteros con piernas. En la distopía creada por Atwood, un entorno tóxico ha causado problemas graves de fertilidad, y las pocas mujeres que pueden quedarse embarazadas están al servicio de las esposas estériles de la élite.

Como corresponde a un proyecto marcadamente feminista (aunque Moss prefiriera negarlo en cierta ocasión y, por supuesto, internet explotara), el equipo de esta producción de Hulu, aquí distribuida por la plataforma HBO, está lleno de mujeres, empezando por Reed Morano, directora de fotografía pasada a cineasta que sentó unas bases visuales entre la calma chicha pictórica y una perspectiva distorsionada algo efectista.

De los cinco directores empleados en la primera temporada, solo uno es hombre, Mike Barker. Y aunque Bruce Miller es el 'showrunner', también existe mayoría femenina en el apartado de guionistas. El diseño de vestuario corre a cargo de una grande como Ane Crabtree, veterana con 'Los Soprano' y 'Westworld' en su CV.

4/ ‘The good fight'

Tres abogadas peleonas

En el principio fue ‘The good wife’, clásico de la tele moderna, inteligente y elegante revisión del género judicial con una heroína, Alicia Florrick, ni tan buena ni tampoco demasiado mala: una mujer de verdad.

'The good fight' es un 'spin-off' centrado en la legendaria abogada Diane Lockhart (Christine Baranski, también conocida como la madre de Leonard en 'Big bang'), pero más coral que su predecesora. Y con las mujeres claramente en el centro del relato.

Además de Lockhart/Baranski, está Cush Jumbo como la favorita de los fans Lucca Quinn, abogada antaño infravalorada que ahora recibe el trato merecido. Y para redondear el trío central, Rose Leslie, la Ygritte de 'Juego de tronos', como Maia Rindell, ahijada de Diane que trata de asentarse en la abogacía. Pero no son los únicos personajes femeninos con peso en la serie: aquí ellas son las que pelean y, siempre con respeto, se pelean.

5/ ‘Transparent'

El tránsito de Mort a Moura

La primera y todavía mejor temporada de ‘Transparent’ se centraba en un personaje fascinante, el del patriarca de una familia judía de California que se decide a convertirse en mujer después de variadas décadas haciendo el papel de hombre. A sus 68 años, el profesor Mort se convertía en Maura y con ello conducía a su algo ensimismada familia a un torbellino emocional.

Es más o menos la historia vivida por Jill Soloway, creadora de la serie, quien a los 46 descubrió que su padre se sentía mujer. Bajo esta poderosa inspiración escribió un piloto que se convirtió en el primero de muchos que, por fin, se rodaba y daba pie a algo sólido, tan sólido que hace solo un día acaba de lanzarse su ya cuarta temporada.

Falta saber si alguno de sus nuevos episodios podrá superar al insuperable 'Man on the land' de la segunda temporada, que valió a Jill Soloway el premio Emmy a la mejor dirección de… ¿comedia? 

6/ 'GLOW'

Comedia de luchadoras en tono mate

Si una serie merecía el estatus de serie del verano que el año pasado obtuvo, por sorpresa, 'Stranger things', esa era 'GLOW', la historia de un grupo de mujeres medio marginadas y su transformación espiritual gracias a un programa televisivo de lucha libre en principio poco inspirador.

Habría que investigar por qué la creación de Liz Flahive y Carly Mensch (con la poderosa Jenji Kohan en la producción) quedó lejos de generar la conversación esperada. ¿Puede que una campaña de márketing algo engañosa hiciera a los espectadores esperar otra cosa?

En las publicidades, 'GLOW' era una comedia dinámica de tonos neón, pero en realidad se trata de una comedia triste en colores mate. Si engancha es, sobre todo, por la empatía que derrocha hacia todos sus personajes, de la medio protagonista Ruth (Alison Brie) a su mejor enemiga Debbie (Betty Gilpin), pasando por hasta la más ocasional secundaria.

7/ 'Orange is the new black'

Surtido de modelos femeninos

Ya no será realmente lo que era, pero en su momento 'Orange is the new black' contribuyó a diversificar los modelos de mujer admisibles en televisión. De entrada, su protagonista, Piper (Taylor Schilling), inspirada en la verdadera Piper Kerman, es bisexual, algo que no se presenta como tema tabú sino con plena naturalidad.

Para quien todavía no lo sepa, Piper entra en la cárcel tardíamente por haber traficado con drogas por sugerencia de una antigua amante: Alex (Laura Prepon), con la que se reencontrará en prisión.

La serie creada por Jenji Kohan incluye también a personajes lésbicos como la maravillosa Poussey (la también lesbiana en la vida real Samira Wiley, casada con una guionista de la serie) o transexuales como la no menos maravillosa Sophia (la actriz trans Laverne Cox). Muchas mujeres posibles, muchas voces no escuchadas.

8/ 'Broad City'

Peripecias de dos amigas en Nueva York

Entre los muchos logros de 'Girls', una serie a la que todavía no se da la importancia que merece, está el de haber representado a la mujer como casi nadie se ha atrevido a hacer. Ni simple objeto sexual ni modelo de conducta, las chicas de Lena Dunham eran imperfectas, vulnerables pero poderosas, capaces de lo mejor y de lo peor, perfectamente contradictorias.

Si 'Girls' hubiese sido menos dramedia y optado por un tono de comedia absurda y a veces escatológica, el resultado habría sido muy parecido a 'Broad city', que pasó de webserie a apuesta firme de Comedy Central por un humor femenino no limado ni educado.

Ilana Glazer y Abbi Jacobson interpretan a, respectivamente, Ilana y Abbi, dos veinteañeras sin grandes proyectos en una Nueva York cada vez más cara. Aunque luego ha ido ganando melancolía, al principio era todo fiesta, sexo, intentos de sexo y fracaso tras fracaso. Todo hilarante.

9/ 'Insecure'

Cultura negra no solo para negros

La creación de Issa Rae no tuvo la gran respuesta merecida, pero, a pesar de ello, la cadena HBO la renovó para una segunda temporada y en agosto aprobó la tercera. Su caso recuerda al de 'Looking': aquella era una serie magnífica poblada por personajes gais, pero no solo centrada en el hecho de ser gay, mientras que 'Insecure' es una serie poblada por negros y bañada en cultura negra, pero no limitada a los temas de raza.

Issa Rae quería hacer su propia versión de comedias neuróticas (con creadores blancos) como 'Larry David' y la versión estadounidense de 'The office'. El resultado fue la webserie 'The misadventures of awkward black girl', en la que se basa en parte 'Insecure', más dramática y con, claro (paga HBO), mejor factura y banda sonora.

Sobre todo en su segunda temporada, Rae no ha mostrado miedo a la hora de tocar temas urgentes, pero su visión suele ser refrescantemente cotidiana.

10/ 'Better things'

Actriz de más de 40 y madre soltera

Pamela Adlon saltó a la fama con su papel de Bobby Hill en la serie 'King of the hill', por la que ganó un Emmy. Pero nadie la reconocía por la calle: era una (excelente) serie de animación y aquel Emmy lo obtuvo por el doblaje de un personaje, además, masculino, el joven Bobby.

Adlon empezó a ser más reconocible tras dar la cara en 'Californication' y, sobre todo, la gloriosa ‘Louie’, como amiga e interés amoroso casi permanente del protagonista, un trasunto del propio artífice de la serie, el cómico y actor y creador genial en general Louis C.K.

Juntos, Adlon y C.K. han creado y producido 'Better things', en la que la primera encarna a una mujer muy parecida a ella: una actriz (sí) madre soltera (así es) de tres hijas (también) que trata de abrirse paso en una industria poco atenta con las mujeres de una cierta edad.

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