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IBM : "El talento de las personas no se puede despreciar"

Nieves Delgado, vicepresidenta de ventas de la multinacional para España, reclama los beneficios sociales para todos

MERCEDES JANSA / MADRID

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«En IBM hacemos política de inclusión de la diversidad desde 1953. Nos sentimos orgullosos de ser pioneros en esto», afirma Nieves Delgado, vicepresidenta de ventas de esta multinacional para España, Portugal, Grecia e Israel. Aquel año del siglo pasado la compañía declaró la igualdad de oportunidades; en 1984 añadió la igualdad en la orientación sexual y en 1997 anunció que los gais y lesbianas tendrían los mismos beneficios laborales que los empleados heterosexuales.

Con 430.000 empleados en todo el mundo, IBM dedica 6.000 millones de euros al desarrollo, entre otras cosas, del talento interno.

Programa de apoyoEn el 2014 lanzó un programa de apoyo a los colectivos LGBT con el que se han comprometido y potenciado desde el CEO (director general) de la firma hasta el último de los directivos. En un concurso interno de la firma para buscar acciones tecnológicas quedó finalista una aplicación contra el acosos escolar a los niños homosexuales.

«El talento de las personas es algo que no se puede despreciar. El talento es innovación», explica Delgado, cuyo lema es conseguir que las cosas sucedan sin dejar a nadie en la cuneta, y entre sus cometidos está el de dinamizar las medidas a favor de la diversidad y crear un ambiente favorable internamente.

Acude a todos los foros que la reclaman para contar la experiencia de la firma y no le importa poner el logotipo IBM y patrocinar eventos dirigidos a este colectivo. En EEUU la compañía tiene un grupo identificado como LGTB para sus empleados, al que se suman los directivos que han hecho pública su condición, en una apuesta por la igualdad. «Hay que poner el foco en este colectivo. Es un reflejo de la sociedad», añade Delgado.

Los empleados homosexuales, bisexuales o transexuales de IBM «pueden salir del armario con toda confianza; no se fuerza a nadie, la identificación es voluntaria y los datos son confidenciales», manifiesta. Y asegura que en España no ha encontrado problemas importantes «quizá porque el nivel de libertad sexual es alto y eso cala en la sociedad».