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El 'skate park' de Les Corts rescata un jardín olvidado

Una inversión de medio millón de euros «dignifica» los jardines de Áurea Cuadrado, en el barrio de La Maternitat i Sant Ramon, y atrae a practicantes de tabla, patines en línea y bicis BMX

Un practicante de BMX, en un rincón donde se acumula tierra.

Un practicante de BMX, en un rincón donde se acumula tierra.

LUIS BENAVIDES
BARCELONA

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Los jardines de Áurea Cuadrado (General Batet, 1), en el barrio de La Maternitat i Sant Ramon, han sido los escogidos para acoger el segundo gran skate park de la ciudad de Barcelona. Su inauguración, el pasado 29 de marzo, se produjo tres semanas después de la reforma y ampliación de las rampas de la Mar Bella. La adecuación de los terrenos y la instalación de los elementos para el nuevo espacio deportivo, que tiene una superficie de 2.220 metros cuadrados, ha costado al Ayuntamiento de Barcelona unos 544.000 euros.

«Estas pistas han sido la excusa para dignificar un espacio algo descuidado, con puentes y mucho hormigón», explica el concejal del Distrito de Les Corts, Antoni Vives, quien prefiere usar el término «nuevo parque urbano deportivo».  «No está dirigido únicamente a los skaters. La intención es que sea un espacio polivalente, que pueda servir para practicar otros deportes urbanos», aclara Vives, en referencia al patinaje en línea y las bicicletas BMX.

PARA TODA LA FAMILIA / El ayuntamiento espera convertir los hasta hace unos días anodinos jardines de Áurea Cuadrado en un concurrido punto de encuentro intergeneracional.  «Con el nuevo diseño, un nuevo mobiliario y la plantación de árboles, todo el barrio sale ganando», dice el concejal.

El color verde sigue muy presente en los jardines dedicados a la modista y anarquista Áurea Cuadrado, a pesar del obligado cemento. Así, el segundo parque urbano deportivo de la ciudad, después del de la Mar Bella, rompe con la imagen habitual de los grandes elementos duros sin sombras.

Los elementos patinables del nuevo parque son muros, planos inclinados, escaleras, gradas, plataformas, barandillas... Una auténtica yincana para los patinadores más audaces. «Las rampas que había hasta ahora en la ciudad, como las de Via Favència, estaban en mal estado o eran demasiado pequeñas», cuenta Ricky Bordàs, patinador y encargado de la sección de skate de Free (Diagonal, 503), una tienda de referencia en el mundo de las tablas.

La situación del nuevo skate park, tocando L'Hospitalet y Esplugues de Llobretat, no convence a los aficionados consultados. «Aquí solo puedes practicar el street (calle), y si quieres buenas rampas te tienes que ir a la Mar Bella. Están muy alejadas la una de la otra, y alejadas del centro», añade Bordàs. En esa misma línea opina Raúl, que también patina, pero prefiere mantener su anonimato sin dar su apellido. «Estos días hay mucha gente en la pista por la novedad, pero tiene varios defectos importantes y la gente se cansará. Los más importantes son la inclinación, porque puedes bajar rodando pero no subir, y la arena de los taludes que se cuela en la pista», explica el patinador.

EL EFECTO XGAMES / Los XGames del año pasado en Barcelona congregaron a más de 115.000 personas y la ciudad se embolsó un retorno económico de 55 millones de euros. Con estas cifras, aunque insuficientes para su principal organizador, la cadena norteamericana ESPN, el ayuntamiento se vio obligado a replantear su relación con los llamados deportes extremos en general y los skaters en particular.   «Es muy triste que solo nos hayan escuchado cuando han visto que se movía dinero. Antes, se limitaban a multarte si te pillaban practicando en la calle», apostilla Bordàs.