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Carta destacada del día: El PP promueve en Europa lo que critica en España

EL PERIÓDICO publica opiniones, réplicas y sugerencias de interés general, respetuosas hacia las personas e instituciones. No se considerarán las cartas de más de 15 líneas, que podrán ser extractadas. Aun así, resulta imposible publicarlas todas. Tampoco se mantendrá correspondencia o contacto telefónico sobre ellas. Deben constar: nombre y apellidos, DNI, domicilio y teléfono.

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Eric Bennmann
Tarragona

De Bruselas y Estrasburgo salen el 90% de las leyes que rigen nuestra vida. La UE, cuyas instituciones están dirigidas por la derecha, ha encontrado una idea para salir de la crisis: pretende sustituir los impuestos y cargas sociales de las empresas para dejar a la Seguridad Social sin recursos; después, los estados harán transferencias a la Seguridad Social para equilibrar las cuentas gracias a la subida del IVA. Subiendo el IVA y reduciendo los impuestos de las grandes empresas, la derecha espera ganar competitividad y levantar al sector industrial para evitar las deslocalizaciones y generar empleo. Parece una buena idea, aunque hay que examinarla a fondo: las empresas exportadoras se beneficiarán aumentando competitividad y beneficios, pero si se sube el IVA para compensar la pérdida de otras tasas, disminuirán el consumo de los ciudadanos y los resultados de las pymes.

La línea seguida por Merkel en Alemania y por Sarkozy en Francia no funciona, ya que estos países han sido incapaces de reducir el paro en épocas de bonanza. La derecha sigue trabajando para los grandes capitales con su fórmula neocapitalista; los ricos se harán más ricos y los pobres serán más pobres. Los socialistas europeos admiten que el Gobierno español ha subido el IVA para reducir el déficit, pero ningún socialista quiere este método como medida estructural. El PP español, sin embargo, que aplaude la subida del IVA en Europa, la critica aquí solo porque la ha aplicado su rival, el PSOE. El bienestar social hay que pagarlo con un impuesto sobre las transacciones financieras y especulativas y sobre las grandes fortunas. Podemos comprobar, así, que no todos los políticos son iguales, y que no es lo mismo la derecha que la izquierda.