Tribuna

Entre todos podremos

JOSEP MARIA POU

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Quiero ser optimista. Me empeño en ello. No voy a consentir, de ninguna manera, que las noticias de esta semana me conviertan en un misántropo. Y mucho menos, que me arrastre río abajo la corriente del catastofrismo circundante. Me obligo a ver el lado bueno -que lo hay- de la cosa. Y me obligo a contagiarles mi espíritu jaranero.

Piensen que podía haber sido peor. Mucho peor. Y que dentro de lo malo, siempre hay un menos malo. Ya sé que pagaremos más por muchas cosas. Y también sé que compraremos menos. (Eso lo saben tambiénellos,pero les importa un comino; admitir que tras tanta cara seria y tanta declaración solemne el país se va a quedar con lo comido por lo servido sería reconocerse tontos de capirote, y eso todavía no toca. Llegará. Pero no toca. Todavía).

Sé que al cinturón ya no le caben más agujeros, de tan prieto como lo llevamos. Pero seguimos respirando, ¿no? ¿No les parece maravilloso? Todavía nos queda aliento, y fuerza, y ganas, (y huevos, con perdón de la expresión) para muchas cosas. ¡Pues a ello, que mañana es tarde!

Han subido el IVA del teatro, del cine, de los viajes, del ocio y la cultura en general, porque saben que no podremos dejar de ir al teatro, ni al cine, ni a los conciertos; saben que no podremos prescindir de un viajecito o de un extra de ilusión de vez en cuando; de la misma manera que no podemos dejar de comer: porque si no comemos nos morimos, pero también si no nos alimentamos con un buen adagio o con cuarto y mitad de belleza contemplada. Lo saben. Y les da igual. Pero, eso sí, han sido buenos y nos han dejado los libros. ¡Aleluya! El IVA de los libros no ha subido. ¡Aleluya! Me alegro. Me alegro mucho. ¿Ven como siempre hay algo a lo que agarrarse? Los libros seguirán pagando el IVA más bajo, el superreducido del 4%. Pero solo (ay, ay, ay, nunca la dicha es completa) los libros tradicionales, es decir los libros en papel impreso. Aquellos que gusten dele-book,del libro en formato electrónico, que lo paguen: el 21% de IVA, el más caro; por modernos, por traidores, por esnobs, por pijos y por dar la nota.

Bueno, ya. Se me está acabando el optimismo y he apurado hasta la última gota mi capacidad de ironía. Vuelvo a lo que debo. Y lo que debo es convencerme (y convencerles, o así) de que entre todos podremos. Yo creo en Bruselas. ¿Qué pasa? ¿No hay quien cree en el Espíritu Santo? Pues yo creo en Bruselas. Misterio por misterio, me quedo con Bruselas. Está más cerca.