Varios atentados en Pakistán causan casi un centenar de muertos

Al menos 92 personas murieron ayer en dos atentados separados en la ciudad de Quetta, en el sudoeste de Paquistán, en una de las jornadas más negras en este país asiático azotado por la violencia.

Un doble atentado suicida en un salón de snooker (un juego similar al billar) costó la vida a 81 personas y causó 121 heridos, según anunció la policía. El suceso se produjo horas después de que una bomba en un mercado de la misma ciudad causara 11 muertos y 27 heridos.

El club desnooker, muy frecuentado, se encontraba en un barrio mayoritariamente chií. Según explicó a la agencia France Presse Mir Zubair Mehmood, un oficial de policía de alto rango, un primer kamikaze hizo estallar la carga explosiva que llevaba dentro del club. Diez minutos después, en el momento en que estaban llegando los agentes de policía, los servicios de rescate y algunos periodistas, otro kamikaze hizo estallar un coche bomba frente al establecimiento.

POLICÍAS Y SOCORRISTAS/ Entre las víctimas mortales hay seis policías, un cámara de una cadena privada de televisión y varios socorristas, según la mencionada fuente policial.

El responsable local del Interior, Akbar Durrani, indicó que las cargas explosivas eran de «gran potencia».

Quetta es la capital de Balochistán, una provincia pobre, limítrofe con Irán, donde existe un clima de violencia en medio de una rebelión secesionista , la presión de varios grupos islamistas y los enfrentamientos entre la mayoría suní de Pakistán y la minoría chií.

Un portavoz del denominado Ejército Unido Baloch reivindicó el atentado en el salón desnooker. Pero nadie se atribuyó la responsabilidad de la explosión del mercado.