libertad de expresión

Una periodista china de 70 años pide que no la dejen morir en prisión

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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La periodista septuagenaria Gao Yu ha pedido que no la dejen morir en la cárcel después de que su quebradiza salud se haya agravado en los últimos meses y la decisión sobre su apelación se haya demorado sin razones aparentes. La tenaz luchadora por la democracia y la libertad de expresión cumple una condena de siete años por revelación de secretos de Estado.

Sus problemas de corazón están empeorando y su familia teme un ataque fatal, según la agencia alemana DPA. Su hermano, Gao Wei, ha asegurado al diario hongkonés South China Morning Post que su vida corre peligro. Gao sufría ya antes de ingresar en prisión de alergia cutánea crónica, presión alta y los mareos y periódicos problemas de oído derivados del síndrome de Ménière.

«Está muy mal. Ayer fuimos a verla pero no pudimos, se la habían llevado a un examen médico y descubrieron que había sufrido un reciente infarto que no había sido tratado», añadió su hermano a la agencia Efe. Gao estaría ingresada ahora en un hospital después de haber notado fuertes dolores en el corazón y los médicos han confirmado que tiene los ganglios del cuello inflamados y obstrucciones en las arterias, según su abogado.

Su familia y las organizaciones de derechos humanos ya habían alertado de los efectos demoledores de una larga reclusión en una mujer de 71 años. No parece que las autoridades se estén esforzando en aliviarle el trance. La organización Human Rights Watch denunció a principios de mes que el Centro de Detención pequinés solo le había suministrado medicinas tradicionales chinas para su dolencia cardiaca.

INSTRUCCIÓN INTERNA / Gao fue condenada por revelación de secretos de Estado, un delito que por su inconcreción ampara muy variadas detenciones. La periodista, que colaboraba en medios extranjeros, fue acusada de filtrar una instrucción gubernamental que ordenaba redoblar la lucha contra valores occidentales como la democracia, la sociedad civil o la libertad de prensa. El historial judicial de Gao apuntala su compromiso democrático. En 1989 fue condenada a 14 meses por cubrir y apoyar las protestas de Tiananmén. Regresó a la cárcel entre 1993 y 1999 por revelación de secretos al extranjero y en 2014 volvió a ser detenida por los mismos cargos.