Tumbas en el mar

Una oenegé turca ha creado una web en recuerdo de las víctimas que perdieron la vida en el Mar Mediterráneo tratando de alcanzar Europa

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Cerca de 4.000 refugiados sirios, entre ellos muchos niños, han perdido la vida en el mar desde que empezara la  guerra civil siria hace ya cinco años, según la oenegé turca Apoyo a la Vida. "Muchas de los cuerpos de esas víctimas no se han identificado y otros tantos siquiera han sido encontrados. Ahora el mar es su lugar de descanso, el mar es su lápida", se puede leer en la web del proyecto creado por esta oenegé en recuerdo de las víctimas. 

Un vídeo y una web interactiva en la que sobre una imagen que llena el mar mediterráneo de tumbas con nombres y fechas aparecen decenas de clips de vídeo con noticias sobre hundimientos y naufragios son las herramientas empleadas por esta oenegé para despertar la solidaridad de quienes puedan aportar algo. Apoyo a la Vida pretende que el recuerdo de lso qeu no alcalnzaron la costa motive la ayuda de los que aun pueden vivir una experiencia de superación y éxito. El proyecto, The Sea Cemetery (El Cementerio del Mar), pretende reunir donaciones y esfuerzos en aras de proporcionar a los refugiados un futuro y unas oportunidades sin tener que perder la vida por el camino. 

EL CEMENTERIO DEL MAR

"Hubiera preferido morir bajo las bombas en Siria y no haber tenido que presenciar todas esas muertes", explica Khalil Alkhamis, horrorizado por la cantidad de personas que han fallecido en el mar. "Si hubierais visto a mi hijo, tan joven... No puedo sacarlo de mi mente", explica Miriam al Ahmed, una madre que no puede olvidar el día en que su hijo murió. "Nuestros familiares querían cruzar el mar para vivir en Europa, y ahora el mar es un cementerio de sirios", se lamenta Khalil Hamza pensando en la gente que no consiguió cruzar.

Como ellos, desde que empezara la, más de 4,6 millones de sirios han dejado su tierra natal. Para muchos de ellos, cruzar el Mediterráneo en condiciones precarias era la única salida y la única manera de alcanzar Europa, aunque también la más mortífera.